¡Peligro!, futbolistas al volante: ¿Quién es el peor?

Sin ir más lejos, Cristiano Ronaldo es uno de estos futbolistas propensos a los accidentes con el coche: En enero de 2009, el delantero del Real Madrid chocó violentamente contra la pared de un túnel de la ciudad inglesa de Manchester -en cuyo equipo jugaba- cuando se dirigía a un entrenamiento con su Ferrari 599 […]


Sin ir más lejos, Cristiano Ronaldo es uno de estos futbolistas propensos a los accidentes con el coche: En enero de 2009, el delantero del Real Madrid chocó violentamente contra la pared de un túnel de la ciudad inglesa de Manchester -en cuyo equipo jugaba- cuando se dirigía a un entrenamiento con su Ferrari 599 GTB -valorado en 250.000 –. Al no dar positivo en el control de alcoholemia y no haber heridos -salió andando por su propio pie-, la policía no le acusó de nada.

Ya en el Real Madrid, Cristiano Ronaldo se pasó a Lamborghini… y probablemente le habrá decepcionado su fiabilidad. En marzo, su Aventador -valorado en más de 350.000 –– les dejó tirados a él y a su novia en pleno centro de la capital.

Pero el campeón de los accidentes es Samuel Eto´o, ex-delantero del Barça -actualmente en el equipo ruso Anzhi-. A él se le conocen nada menos que tres colisiones; en una de ellas, ¡llegó a chocar contra una ambulancia!. La más conocida fue, en 2004, con un Mercedes CL 500, por Palma de Mallorca: perdió el control del vehículo e impactó contra las protecciones de la vía, dando varios trompos. A pesar de golpear otro coche, no hubo víctimas.

Otro futbolista en la lista negra de las aseguradoras es David Beckham: El jugador de fútbol del club estadounidense L.A. Galaxy se estrelló contra una pared -destrozando el parabrisas y el lado de los pasajeros- en 2008 con su BMW X5, cuando iba hacia el aeropuerto de Niza -Francia-, acompañado de su mujer, la cantante Victoria Beckham. No sufrieron daños de importancia.

Pero el accidente más absurdo y a la vez más doloroso es el que sufrió en febrero el futbolista del Valencia Ever Banega: Al bajarse a echar gasolina para su Audi R8, Banega olvidó poner el freno de mano… y trató de detener el coche colocando el pie entre la rueda y los bolardos. No sabemos si salvó a su superdeportivo, pero  le espera una larga baja al haberse fracturado la tibia y el peroné en el intento -«seis meses yendo muy bien», según su fisio-.

Más recientemente, el Audi Q7 del jugador del FC Barcelona Gerard Piqué fue embestido por un autobús en plena Calle Muntaner de Barcelona, cuando el futbolista se dirigía al Camp Nou. Allí le esperaba toda la plantilla para concentrarse y partir hacia Alemania, donde jugaban un partido de octavos de final de la Champions League contra el Bayern Leverkusen. Piqué abrió la puerta y el bus se la llevó por delante. Afortunadamente, Piqué no sólo salió ileso, sino que le dio tiempo de marcharse en taxi a la concentración.

Más o menos por las mismas fechas, en Manchester, el futbolista del Manchester City Mario Balotelli estrellaba su Bentley contra otro coche en pleno centro de la ciudad inglesa. Balotelli es famoso por sus «percances». Hace poco también tuvo un accidente doméstico: quemó parte de su casa al ponerse a jugar con fuegos artificiales.

El más serio es el que le sucedió al jugador del Real Madrid Marcos Alonso. Hace un año, Alonso conducía a primera hora de la mañana por la calle Sinesio Delgado de Madrid, cuando pierde el control e invade el carril contrario, volcando y empotrándose contra un muro. Dos de las mujeres que llevaba en el coche resultaron heridas graves, y otra falleció más tarde como consecuencia de un traumatismo craneoencefálico. Marcos Alonso dio en el control de alcoholemia.

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