Al día siguiente de entregármelo comprobé que
seguía manchando y como en el taller no me daban cita hasta el 16 de agosto, me tuve que ir de vacaciones
con el coche de un amigo. El mencionado 16 de agosto me devolvieron el 207 y volví a mi pueblo
con la esperanza de seguir disfrutando mis vacaciones sin que el coche me diese más problemas. Sin
embargo, a los pocos días descubrí que por la zona del turbo se producía una fuga de gases de escape.
Regresé al servicio oficial y, esta vez, le apretaron la abrazadera que une el catalizador con el turbo,
pero unos días después comprobé que todo seguía igual. Como en el taller no sabían lo que le pasaba,
me prestaron un vehículo de sustitución e informaron de la avería a la central de Peugeot en Francia
para que les informasen de los pasos a seguir para repararlo. Finalmente, cambiaron el catalizador y,
cuando pensaba que ya no tendría más incidencias, comencé a percibir que el turbo silbaba más de la
cuenta. Lo sustituyeron pero, pasadas un par de semanas, descubrí otro extraño ruido al parar el motor.
En el taller ahora creen que es la válvula del turbo. Pienso que mi Peugeot es defectuoso y he perdido la
confianza que tenía en él. Además, he solicitado que lo valoren para comprarme otro y sólo me dan
11.000 euros. ¿Deberían cambiármelo por otro nuevo? ¿Podéis ayudarme?
Peugeot nos ha comunicado que una vez sustituido el turbo del 207, sin
coste alguno para Jonathan, no se ha vuelto a reproducir ninguna avería y el coche se encuentra en
perfecto estado de funcionamiento. Por supuesto, se le prestó un coche de cortesía.
