Este verano, cuando el coche tenía 80.000 kilómetros, comencé a notar vibraciones y ruidos: parecía que el tubo de escape estaba picado. En el taller oficial me dijeron que el catalizador estaba quemado, que debían sustituirlo y que ello me supondría 1.080 euros; así que puse una reclamación en atención al cliente, que me contestó -un mes y medio después- argumentando que con el número de kilómetros que tenía mi 307 era una incidencia normal y que yo debía abonar el coste de la reparación porque el vehículo estaba fuera de garantía desde hacía cuatro meses. Yo no estoy de acuerdo con ellos porque, anteriormente, ya se había encendido en la instrumentación el testigo de -anomalía anticontaminación- y en todas las revisiones oficiales yo les había comentado esta incidencia; en el taller se limitaban a borrar el mencionado mensaje y me decían que esperase a ver qué ocurría. Eso sí, en dos ocasiones, me cambiaron la válvula EGR. ¿Podéis ayudarme?
El departamento de prensa de Peugeot nos ha confirmado que fue necesario cambiar el catalizador del vehículo, y que a pesar de que el coche no estaba en garantía, como Ángel había pasado todas las revisiones en un taller oficial se ha tenido una atención comercial especial: una rebaja del 50% del importe de la factura -540 euros-.