Uno de nuestros pilotos patrios más conocidos es Carlos Sainz. Quizás con el mítico ‘arráncalo, Carlos’ aprendió antes que nadie a diversificar sus ‘activos’. De ahí que además de seguir compitiendo a sus 57 años en Rally Dakar y de legar su fama (y su nombre) a su hijo, posea una academia de conducción y una serie de circuitos de ocio de karting, entre otras empresas.
Quizá menos conocidos son su cadena de gimnasios Reebok Sports Club o su labor de asesor del ministerio de defensa en temas de desplazamiento motorizado por tierra y supervivencia en el desierto. Luego hay que añadir las empresas en torno a las que comercializa su imagen y de otros deportistas, inversiones en bienes inmobiliarios, en vinos Pegasos o en restauración, como en los restaurantes italianos Mia Pia. Por todo esto, Carlos Sainz senior desea que sus hijos si tienen mala suerte en la vida sea como la suya. De ahí que una de las mejores gestoras de sus empresas sea su hija Blanca.
Lewis Hamilton, uno de los pilotos de F1 que más gana por temporada y que se encuentra entre los asiduos de las listas de Forbes, también probó con la comida, en este caso en la restauración. Suya es la cadena de hamburguesas veganas Neat Burguer. El primer restaurante se abrió en Londres el pasado 2 de septiembre, pero se planea abrir otros 14 establecimientos en diversas ciudades del mundo en los próximos 2 años.
No obstante este ambicioso proyecto se ha quedado un poco en standby debido a la situación de confinamiento pero también a las opiniones de sus clientes, que destacan que la burguer a base de plantas y respetuosa con el medio ambiente está rica pero es un tanto cara.
El que fuera la némesis de Hamilton hace tiempo, Fernando Alonso, no ha tenido últimamente mucha suerte. Sin saber qué pasará con su carrera, si volver al Dakar o si volver a la F1 en un par de años, sin embargo los negocios, publicidades aparte, le han salido bastante bien. En 2018 se asoció con Shangai Yi Qian Communications y Tencent Holdings para construir 40 pistas de karting y 5 escuelas de pilotaje en China bajo la marca FA Karting, con la que el asturiano ya ha asentado un circuito, museo y fundación para acercar a los más jóvenes la pasión por la Fórmula 1, así como para permitir la celebración de competiciones internacionales de esta modalidad de conducción. El circuito de este complejo es considerado por sus curvas uno de los mejores de Europa. Y por si esto fuera poco Alonso también se ha atrevido con la moda, su empresa de ropa urbana y casual muy inspirada en el ambiente californiano y de las carreras se llama Kimoa y se vende en 75 países. Aunque los especialistas dicen que este negocio aún no es del todo rentable ha triplicado sus ventas desde su nacimiento en 2017. Tampoco extraña ya que la propuesta era complicada al extenderse de primeras por tantos países, lo que ha supuesto una inversión muy muy alta en capital que parece que empieza a dar frutos con buenas perspectivas.
Uno de los menos afortunados fuera de la pista es el campeón de moto GP y 250cc Jorge Lorenzo, que cuenta con diversos negocios fallidos a su ‘tierna’ edad. Desde un grupo de alquiler de bienes inmobiliarios en Baleares FMT Land 99 con pérdidas de más de 120.000 euros en 2017, el desastre de 2018 de Skull Rider INC, o la marca de joyas y gafas de sol que poseía a medias con Sito Herrera (aunque quizás estar anunciando gafas para Tommy Hilfiger ayudó a compensar). También está el museo-espacio World Champions by 99, un espacio de 400m2.
Más listo en estas lides ha sido Valentino Rossi, eso sí, tras superar sus problemas con el fisco italiano. Fabrica su propia ropa con la marca VR46, encargada de sus camisetas de merchandising así como otros productos de Marc Márquez, Nicky Hayden, Tony Cairoli y Marco Simoncelli.
Además tiene su propio rancho automovilistico Test Track, donde entrenan él mismo y sus amigos (y no descarta abrir al públicos cuando la normativa lo permita) y cosecha vino. Una pizzería, “Pizzería Da Rossi”, un Fan club de pago de más de 7000 mil afiliados y un grupo en torno a la ‘comercialización’ de su persona con el que da trabajo a unas 70-80 personas que son parte de su familia y de su círculo de amigos. Su emporio no es el más grande pero sí está meticulosamente e inteligentemente gestionado y engrasado.
Otros casos más antiguos pero curiosos son los de los siguientes pilotos de F1, como el piloto belga Thierry Boutsen, que se retiró en los 90 con apenas 3 victorias en su haber. El dinero ganado lo utilizó para crear Boutsen Aviation, una empresa de compra-venta de aviones con la que vive baste bien como intermediario en la venta de todo tipo de transportes aéreos desde avionetas hasta boings.
Otro de los legendarios pilotos que se dedicó a la aviación, pero desde el punto de vista del transporte de pasajeros, es Niki Lauda. Su primera empresa fue Laudairy, también conocida como Lauda Air. La segunda que volaba hasta hace no mucho era Fly Niki. Se dice que se sabía el nombre de todas sus azafatas y que en ocasiones él mismo pilotaba.
Aunque otro de los pilotos que dejaría el asfalto y nunca se planteó surcar los cielos ni de pasajero ni como inversor fue Alessandro Nannini, que perdió un brazo en un accidente de helicóptero. Lo que le funcionaría bien tras dejar forzosamente los bólidos fue la importación de café y otros productos de alimentación con su compañía…. Además, es presidente de un equipo de fútbol en Siena.