Se estima que en España hay en torno a 25 millones de turismos, de los cuales más del 35 % tienen más de 15 años… y se espera que la cifra siga aumentando, dada la coyuntura actual del mercado de coches nuevos. Y no es ningún secreto que cuantos más años tiene un vehículo, las posibilidades de averías crecen exponencialmente, incluso si se ha llevado un buen mantenimiento.
Por ello, Norauto ha relanzado la iniciativa Plan Resiste, con el lema “Porque sí, porque te lo mereces, por tener un coche de 15 años o más”, la cadena de talleres de mecánica rápida ha lanzado una interesante promoción para aquellos coches matriculados antes de 2007. El objetivo no es otro que ayudar a estas personas que no tienen posibilidad de cambiar de coche a mantenerlo en el mejor estado posible.
Consiste en una rebaja del 15 % en la mano de obra de las operaciones de mantenimiento; para beneficiarse hay que indicar en el pedido el código PLANRESISTE. El usuario puede elegir entre cuatro prestaciones, centradas en puntos clave para la mecánica: mantenimiento y revisión del alternador y motor de arranque; comprobación de los amortiguadores; revisión de la distribución o verificación del embrague o embragues.
Asimismo, el Plan Resiste también cuenta con un servicio de descarbonización del motor, denominado Eco Servicio. Se trata de una depuración del sistema de alimentación y escape, que en el caso de coches con muchos años suele estar contaminado con carbonilla u otros residuos, De esta manera, disminuyen las emisiones contaminantes hasta un 20 % y el consumo de combustible se reduce hasta en un 10 %.
En los casos más extremos, con la descarbonización el motor puede llegar a recuperar una parte de la potencia perdida con el paso del tiempo y los kilómetros, además de mejorar la suavidad de funcionamiento original.
Por último, el Plan Resiste también propone una revisión Pre-ITV para asegurar que el coche no tiene problemas al pasar la inspección; recordemos que, al superar los 10 años, los turismos tienen que pasar la ITV una vez al año. Para ello, se examina el estado de todos los puntos de control, con especial atención a las emisiones de gases de escape o posibles daños estructurales.
Cabe recordar que los defectos graves o muy graves pueden dar como resultado una inspección desfavorable, llegando incluso a la inmovilización del vehículo, por lo que esta revisión previa puede ahorrarnos un gran disgusto.
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