La Administración Francesa, después de varias reuniones, ha tomado una novedosa alternativa para intentar reducir el nivel de contaminación en París. La alcaldesa de París, Anne Hidalgo y la Asociación de Autoridades de Transporte, han aprobado la decisión de no dejar circular por la ciudad a todos aquellos vehículos anteriores a 1997.
Tras la guerra contra los coches de motor diésel por parte de la capital francesa, esta nueva prohibición afecta a todos los vehículos con motor de combustión. Para hacer más efectiva la medida y facilitar el trabajo a las autoridades, los vehículos deberán llevar unas nuevas pegatinas en el parabrisas del coche en las que se indicará la antigüedad del mismo.
El objetivo de París para 2020 es cerrar el tráfico en la ciudad a los vehículos propulsados por motores diésel, mientras que la medida anterior se ampliará a todos aquellos vehículos matriculados antes de 2010. El objetivo de París es claro; limpiar el aire de la ciudad y reducir lo máximo posible los niveles de contaminación atmosférica.
El modelo parisino podría ser adoptado más pronto que tarde por otros ciudades de Europa e incluso en España podríamos ver medidas similares en ciudades como Madrid.
