Por qué Ferrari y Alonso tienen mucho de qué preocuparse

Y es que, lejos del Alonso que se comía el mundo en cada carrera cuando corría con Renault en 2004, con los años el asturiano se ha convertido en una verdadera ‘calculadora humana’. Una virtud que le permite centrarse más en cada carrera y tener una marudez de la que, posiblemente, carecen muchos de sus […]


Y es que, lejos del Alonso que se comía el mundo en cada carrera cuando corría con Renault en 2004, con los años el asturiano se ha convertido en una verdadera ‘calculadora humana’. Una virtud que le permite centrarse más en cada carrera y tener una marudez de la que, posiblemente, carecen muchos de sus rivales como Hamilton o Vettel.  Por eso, Alonso no mostraba preocupación por el decepcionante comienzo de campeonato, superado por los mismos equipos que en 2010: «Vettel, el campeón de 2010, tuvo una media de 13,5 puntos por GP… y he sumado en Australia 12, así que no está mal», explicó después de la carrera.

Sin embargo, en el seno del equipo las impresiones eran bastante negativas. Lejos de su aparente poderío de los test de pretemporada, el F150 vuelve a ser un monoplaza incapaz de plantar cara a los McLaren, Red Bull… e, incluso, a los Renault, que han demostrado que tiene un coche capaz de aspirar al mundial. Por eso, el jefe de la escudería, Stefano Domenicali, confesaba que dejaban Australia «con una sensación de decepción. Hoy de nuevo, nuestro rendimiento no estuvo a la altura del de los mejores, sobre todo de los Red Bull». «Ahora tenemos que estudiar lo que ha pasado detenidamente y por qué no hemos ido como esperábamos. Hay que reaccionar desde ya y entre los asuntos en los que nos centraremos están el pobre nivel de agarre en la parte delantera – aún no sabemos por qué en carrera no logramos lo esperado según nuestras simulaciones-. Eso sí, creo que también hemos demostrado una buena fiabilidad tanto de motor como en lo referente al Kers», añadía.

Así las cosas, muchos son los que temen que Ferrari viva el mismo calvario que en 2010 cuando Alonso se desesperaba carrera tras carrera para intentar exprimir al máximo su monoplaza y perder los menos puntos posibles respecto a los Red Bull, los McLaren y los Renault. Porque nadie puede olvidar que, incidencias aparte, Alonso aún no ha podido superar a Petrov y su Renault en pista: ni lo consiguió en Abu Dhabi, perdiendo el mundial, ni lo ha hecho en Australia, quedando fuera del podio. «Ahora todos tenemos que ponernos manos a la obra, en la pista y en casa, para intentar y llegar a Malasia en mejor forma», explicaba el jefe de ingeniería del equipo, Pat Fry.

Un podio al que aspiraba Ferrari de forma clara tras darle la vuelta al equipo fichando al estratega de Red Bull, Neil Martin, y a una de las grandes estrellas de ingeniería de McLaren, como es Pat Fry… que ahora se enfrentan a un gran problema: demostrar que sus fichajes fueron acertados. Y no tienen mucho tiempo: Alonso tuvo mucha suerte en 2010; de no ser por los errores de estrategia, fallos de sus pilotos y algún que otro problema de fiabilidad de Red Bull, no habría podido disputarles a los monoplazas del toro rojo el mundial. Un cúmulo de coincidencias que es complicado que se vuelvan a repetir, porque en Red Bull han apredido la lección, apostando de forma clara por uno de sus pilotos, Vettel. Saben que este año son, de nuevo, los favoritos al título… y que Ferrari tendrá que volver a invertir cantidades astronómicas en intentar rediseñar su F150 para acercarse a sus rivales.

Por ello, en Malasia puede vivirse un segundo inicio de mundial, tras quedar claras muchas de las dudas de los equipos en pretemporada. Por ejemplo, que los nuevos Pirelli se desgastan menos de lo esperado (Sergio Pérez de Sauber consiguió un séptimo puesto, cambiando una sola vez, por las dos de Vettel, Hamilton y las tres de Alonso y Webber-), que hay menos diferencia de lo temido enbre blandos y duros, que el alerón trasero móvil sólo funciona en situaciones muy concretas… y que el Kers apenas aporta ventaja, como se vio en 2009 -de hecho Vettel ganó sin llevar este novedoso sistema en la carrera, aunque en el equipo aseguran que lo incorporarán en Malasia-. ¿Serán capaces Ferrari y Alonso de reaccionar en 15 días y pulir los detalles que les alejan de sus rivales? Lo veremos en dos semanas, pero si no ocurre así, el equipo de Maranello podría volver a repetir el año horribilis que sufrió en 2010… y Alonso seguir soñando con ese tercer título que tanto se le resiste.

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