
Porsche no pudo esquivar estos aires de cambio y acabó sucumbiendo. Lo hizo ya en las postrimerías del primer Cayenne, pero es en la nueva generación donde se ha conseguido un mejor resultado. El renovado SUV de la marca de Stuttgart mantiene el bloque 3.0 TDI V6, pero con retoques en distintos frentes consigue mejores cifras de prestaciones y consumos.
Cómo va
El nuevo Cayenne diésel es alrededor de 140 kilos más ligero que su antecesor gracias a la supresión de la reductora (33 kilos menos) y al uso de materiales más ligeros en la carrocería y en la base estructural del vehículo, pero la receta que le permite ingerir un 20% menos de gasóleo es más amplia que todo eso.
En primer lugar, se sirve de recursos tecnológicos tan en boga como el start/stop o el sistema de recuperación de la energía cinética (que recarga la batería en las frenadas para intervenir después en las arrancadas o aceleraciones). También emplea neumáticos que ejercen menos fricción y consigue arañar más décimas al consumo con una mejorada gestión térmica del motor y del cambio.
Precisamente, el nuevo cambio Triptronic S de ocho velocidades es más rápido y reduce el régimen de vueltas en un 20% en la séptima y la octava marchas, que actúan a modo de overdrive, lo que a velocidades de crucero y en largos trayectos por autopista resulta beneficioso no solamente para el bolsillo, sino también para el confort de marcha. Como curiosidad, el sistema de tracción se sirve de un diferencial central Torsen que reparte el par al 60/40% (delante/detrás), mientras que antes se recurría a un embrague multidisco.
Con todos estos argumentos, el Cayenne diésel baja de la barrera de los 200 g/km de CO2, lo que no sólo significa que es más limpio y eficiente -en el modelo anterior «tosía» 244 gramos-, sino que además ahorra un 5% en el impuesto de matriculación. También gasta ostensiblemente menos: 7,4 litros a los 100 km, por los 9,3 de antes. Y todo, mejorando las prestaciones, como demuestra la cifra de aceleración, que ha bajado medio segundo (7,8 por los 8,3 segundos del Cayenne I).
La gama
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Por dentro
Mucha información. Las cinco esfera tras el volante y la voluminosa consola central en línea ascendente concentran un sinfín de mandos, testigos y pantallas de información variada que hacen al conductor sentirse como a los mandos de una aeronave.
TDI de 240 CV
El propulsor del Cayenne diésel es el 3.0 TDI de origen Volkswagen-Audi. Esencialmente, es el mismo bloque que ya se vio en la generación anterior y mantiene las mismas cifras de potencia y par: 240 CV y 550 Nm, respectivamente.
La novedad es que todo está ajustado y revisado para mejorar la eficiencia y contener las emisiones a través de la recirculación de gases de escape, un catalizador de oxidación y un filtro de partículas.
La opinión
El funcionamiento de esta versión es muy satisfactorio, tanto por el comportamiento como por la eficacia de sus recursos. Sorprende la gran insonorización del motor y cuesta advertir que estamos ante un diésel.
Frente al V6 de gasolina, es 60 CV menos potente, pero tarda lo mismo en acelerar de 0 a 100 y ofrece una gran respuesta en toda la gama de revoluciones por su enorme par.
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Ficha Técnica
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Rivales
BMW X5 30d
Levemente más potente que el Cayenne, se muestra muy similar en su comportamiento sobre asfalto, pero en campo el todocamino bávaro está claramente más limitado que el Porsche .
Desde 60.853 –.
Volkswagen Touareg
Prácticamente calcado al Cayenne, la mayor diferencia radica en la posibilidad del Touareg de equipar un kit todoterreno con reductora y bloqueos de diferencial de forma opcional.
Desde 57.632 -.
Veredicto
Lo que otros no te cuentan
Atento a: Como es habitual en los modelos alemanes premium, la lista de opciones es más que amplia y el cliente se encontrará con que «amueblar» su Cayenne se le puede poner en un «pico» dependiendo del nivel de exclusividad que busque.
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