Teoría y práctica
La Escuela de Seguridad Vial Porsche se ha desarrollado en dos partes, una primera teórica en la que se explicaban las nociones básicas de la señalización y las normas más elementales de circulación, y otra práctica. En una “mini-ciudad” con sus semáforos y señales, los pequeños conducían los Porsche de pedales para poner en práctica todo lo que habían aprendido en la clase teórica. Ferdi, un oso de peluche de gran tamaño, vestido de piloto, se ha convertido en la mascota de la Escuela de Seguridad Vial Porsche.
Algunos padres podrán participar
Después de este curso, los niños deben realizar un dibujo o una redacción sobre lo que han aprendido con Porsche. De estos trabajos, se seleccionarán 20 que recibirán como premio una jornada Porsche en el circuito del Jarama con sus padres, y vivirán una experiencia única con los vehículos “de verdad” y los monitores de la Escuela de Conducción Porsche. Una manera de animar tanto a los padres como a los niños a mejorar nuestro comportamiento en carretera, formando a los que serán los conductores del futuro.
Seguridad para el futuro
La preocupación de Porsche por la seguridad va más allá de sus propios vehículos y de sus clientes. Porsche también quiere hacer su contribución a la seguridad del futuro, formando a los que hoy son niños pero mañana serán conductores, para que comprendan la importancia de la seguridad vial, tanto ahora que son peatones o acompañantes en el vehículo como cuando sean los responsables al volante. Además, cuando los pequeños están bien informados y conocen las normas de circulación se convierten en la “voz de la conciencia”, apuntando las infracciones o los excesos de confianza de los padres, algo que resulta más duro que el pago de una infracción.