Aprende a bailar con Mark Webber y el Porsche 718 Cayman GTS 4.0

Álvaro Sauras
Álvaro Sauras

En este vídeo onboard, Mark Webber, piloto y embajador de Porsche, completa una vuelta al circuito de Estoril demostrando cómo debe de ser el juego de pies adecuado para cambiar en un coche manual cuando se conduce en circuito.


Una de las grandes virtudes del Porsche 718 Cayman GTS 4.0 (así como del GT4) es el hecho de ofrecer un clásico cambio manual de seis marchas con un accionamiento delicioso, un guiado preciso, una inserción firme y una timonería y cangrejos (así se denominan a los contrapesos que ayudan al conductor en el guiado de la palanca de una marcha a otra) exquisitamente bien elegidos.

Si tuviéramos que hacer un ranking de cambios manuales de tacto magistral, probablemente esta caja (una adaptación sobre la carcasa de la PDK de doble embrague y siete velocidades) se situaría en el primer puesto de entre las que están a la venta en la actualidad.

Sin embargo, contar con una caja manual puede suponer un inconveniente de cara a conducir deprisa y en circuito. Al cambiar a una marcha inferior, el motor necesita ganar vueltas para igualar sus revoluciones con las correspondientes a la velocidad de giro de las ruedas. Si esa ganancia de revoluciones se realiza simplemente soltando el embrague tras introducir la marcha, es probable que la inercia del motor cause un bloqueo puntual en las ruedas motrices.

Si en ese momento está actuando sobre el vehículo una aceleración transversal (por ejemplo, porque hayamos iniciado la maniobra de entrada a la curva), y se trata de un coche de traccción trasera, ese bloqueo puede tener el efecto equivalente a tirar del freno de mano. De hecho, una forma de inducir un sobreviraje o drift es reducir bruscamente a una marcha más corta. Otro efecto secundario de lo anterior es que toda la cadena cinemática tiene que soportar un pico de par para el que no está dimensionada, y eso se traduce en averías. La maniobra del punta-tacón se inventó para evitar estos efectos negativos, y consiste en dar un golpe de gas con el tacón justo antes de soltar el embrague y mientras se pisa el freno.

Más información

Para poder ejecutar la maniobra con comodidad (especialmente si eres alto), conviene contar con un acelerador articulado en el suelo como el que emplea Porsche, y que permite superar las normativas de homologación (que desgraciadamente impiden que freno y acelerador estén muy juntos) sin tener que girar demasiado el tobillo. En cualquier caso, ten en cuenta que todos los Porsche 718 manuales cuentan con una modalidad de punta-tacón automático que, si quieres, se encarga de acelerar el motor por ti para igualar y mantener las revoluciones del motor con la marcha recién insertada, de manera que siempre puedes soltar el embrague como si el pedal estuviera al rojo vivo.

Obviamente, este vídeo tiene cierto aire a remake del famoso vídeo de Ayrton Senna pilotando el Honda NSX en el circuito de Suzuka, con mocasines marrones y calcetines blancos. En este vídeo figuran como dificultades añadidas el hecho de conducir un coche con el volante a la derecha y una disposición bastante pésima de los pedales.

En cualquier caso, si pisar el freno y el acelerador simultáneamente te parece complicado, te dejamos este otro vídeo de Walter Röhrl donde se aprecia la cruda realidad de la competición con coches de cambio manual y sobre superficies deslizantes: no sólo se suele pisar freno y acelerador de manera simultánea a la hora de reducir de marcha sino que, cuando no se está cambiando, se suele pisar el freno con el pie izquierdo y el acelerador con el derecho para tener más libertad a la hora de ajustar la transferencia de masas hacia el eje delantero y, con ello, el equilibrio del coche.

 

Porsche 718