Es, sin duda, quien marca la diferencia, pasando por encima de las prestaciones de uno u otro vehículo.
Ahora bien, tampoco se pueden hacer milagros, y aquellos todoterrenos con buen reparto de masas, reducción adecuada, propulsor con par desde abajo, ángulos característicos adecuaos y suspensión de grandes recorridos ayudan lo suyo. En consecuencia, nos atrevemos a otorgar un 60% al piloto y un 40% al vehículo en el balance final del mérito, a la hora de abordar un obstáculo. Ruedas, bloqueos, cabrestante, suspensiones, todo ayuda, pero el verdadero protagonista está al volante. Tacto, golpe de gas, inercias, trazada, cobran vida de pies y manos del piloto, marcando el punto hasta donde es capaz de controlar su máquina. |
La altura libre nos compromete![]() La altura libre es una de las medidas más importantes de un 4×4. Alejarse del suelo es evitar problemas con piedras y roderas, pero eleva el centro de gravedad. ¿Cómo afrontarlo? La manera más usual de aumentar la altura libre es montar ruedas de mayor diámetro, pero llega un punto en que las roderas superan nuestras posibilidades. Si no es posible rodar por la parte alta de las roderas se pueden rellenar estas de piedras, palos o arbustos o, directamente, rebajarlas con la pala. |
![]() Ángulo ventral insuficienteAl afrontar un obstáculo nuestro vehículo se puede quedar clavado como si se tratara de un ancla, de forma que sólo podremos salir con la ayuda del cabrestante. ¿Cómo afrontarlo? Para superar estos obstáculos debemos adquirir un poco de inercia, pero seguro que el vehículo se llevará un impacto (mayor cuanto mayor sea la inercia), por lo que será fundamental disponer de una sólida protección capaz de soportar los golpes o de arrastrar el peso del vehículo. |
Bajadas pronunciadas![]() Las bajadas son más peligrosas de lo que parece, especialmente con suelo húmedo y deslizante por la pérdida de control que generan en la trayectoria del vehículo. Si es muy pronunciada, podemos terminar volcando hacia delante, especialmente cuando hay escalones. ¿Cómo afrontarlas? Si la pendiente es muy pronunciada, conviene asegurarse con una eslinga amarrada a la parte posterior del vehículo y prestar atención por si hubiera piedras que acentúen la verticalidad de la bajada. Como el motor está en la parte delantera, puede ser interesante afrontar la bajada marcha a trás para retrasar el centro de gravedad. |
Atravesar zanjas profundas![]() Las zanjas no son bien recibidas por los vehículos. Las fuertes oscilaciones y los cambios bruscos de apoyo suelen provocar vuelcos inesperados. ¿Cómo afrontarlas? El conocimiento de las posibilidades de nuestro vehículo nos debe prevenir antes de afrontar este tipo de obstáculos. Si es imperativo el franqueo, podemos colocar un lecho de ruedas de recambio en el vano para minimizar el desnivel. |
Inclinaciones laterales![]() Las inclinaciones laterales son, sin duda, una fuente de problemas. Hay que circular despacio, pero teniendo cuidado, ya que una piedra o un movimiento brusco pueden poner el coche con las ruedas arriba. ¿Cómo afrontarlas? Hay que conjugar la baja velocidad y evitar las piedras que puedan aumentar el grado de inclinación. Activar el bloqueo trasero (si lo tenemos), porque nos asegura la rectitud de la trazada y, para extremar la seguridad, podemos pasar una eslinga por las ventanillas y el techo para que sea asegurada desde el exterior por un copiloto. |
Vadeos profundos![]() La profundidad de vadeo es mucho más crítica de lo que puede parecer. Definida en principio por la cota del suelo a la admisión del propulsor, hay otros elementos mucho más bajos que sufrirán al estar inmersos en el agua. ¿Cómo afrontarlos? Antes de entrar en el agua hay que analizar la naturaleza del terreno del fondo, chequear la profundidad y asegurarse de la viabilidad de las salida para estar el menor tiempo posible dentro del agua. Hay que entrar en el agua a una velocidad moderada para evitar la ola delantera. Siempre conviene mantener elevados los respiraderos de los grupos, tránsfer y cambio, así como mantener en perfecto estado los retenes de los ejes. |
Ascensos pronunciados![]() Las subidas sobre terreno blando y deslizante siempre constituyen un hándicap. Pero no son las únicas; las ascensiones trialeras, donde no es posible beneficiarse de la inercia, condicionan la tracción y adherencia. ¿Cómo afrontarlas? Hay que combinar la inercia con la capacidad de gestión de la suspensión. Normalmente, para favorecer la tracción debemos elegir la marcha más larga en la que sea factible el ascenso. Los bloqueos son fundamentales, pero debemos recordar que en el eje delantero su uso con las ruedas giradas suele provocar roturas en las homocinéticas. |
Naturaleza del terreno![]() El barro, la arena y las piedras aportan a cada obstáculo un plus de dificultad, que puede transformar lo fácil en imposible. ¿Cómo afrontarlo? Lo primero es ajustar las presiones a cada tipo de superficie (bajas en arena y barro y alta en piedras), para obtener la máxima tracción y adherencia. Después, adaptar el ritmo a la naturaleza del terreno y, por último, seleccionar una velocidad que nos permita tener una reserva de potencia en el propulsor, es decir, no rodar al límite del cuentavueltas. |
Mejorar el ángulo de ataque![]() El ángulo de ataque determina la capacidad del vehículo para afrontar un obstáculo. Parachoques y voladizo delantero reducido son fundamentales en la práctica del trial, pero no siempre es suficiente y hay que utilizar implementos. ¿Cómo afrontarlo? Las planchas o las escaleras son fundamentales, pero no siempre estarán a mano, por lo que habrá que improvisar un implemento con, por ejemplo, una rueda de repuesto. |