Los ambiciosos planes de transformación estaban claros, aunque los primeros números casi hicieron abandonar el proyecto.
La entrada en escena de Autodesguace Martínez, de Hellín (Albacete), redujo el presupuesto; la cochera del propietario vio comenzar los trabajos, y el primer «atranco» llegó al acoplar un par de ejes de Nissan Patrol Top Line con muelles en lugar de ballestas. Para resolver la geometría del eje trasero, se fabricaron dos tirantes longitudinales a medida a partir de sendas barras de dirección de camión, con casquillos soldados en sus extremos procedentes de un Suzuki Vitara. El guiado lateral se copió del Land Rover Defender, cuyo brazo en A fue reemplazado por un ligero trapecio de la suspensión delantera de una furgoneta Mercedes. En el eje delantero se optó por dos tirantes longitudinales de Range Rover y una barra Panhard de Nissan Patrol GR. Entre las muchas piezas artesanales realizadas, el eje trasero «recuperó» unas copelas superiores de Lada Niva, cortadas con la sierra radial en el desguace. Todos los casquillos y apoyos de los muelles fueron fabricados a medida en nailon por Fergasan, también en Hellín. El sufrido Niva donó asimismo sus cuatro muelles originales. Los amortiguadores (de Nissan Terrano delante y Range Rover atrás) son los únicos elementos nuevos de toda la preparación. Dirección asistida La falta de asistencia de la dirección era una de las carencias del modelo original. Para subsanarla, se usaron una caja de dirección de Nissan Terrano y la bomba hidráulica de un Opel Omega. Por expreso deseo de su propietario, el volante es un entrañable Abesca de tres radios y aro de cuero procedente de un Seat 124, como el de la película El Vaquilla. La caja tránsfer separada del cambio por un corto árbol de transmisión facilita los acoplamientos de los más diversos conjuntos motor-cambio. En primer lugar se instaló el motor DOHC 2.0 de un Seat 131 (113 CV). Aunque parecía una buena opción por su cilindrada, su carburador de dos cuerpos no cumplía su función de alimentar el motor en pendientes pronunciadas. Un Fiat Tipo 1.8ie fue el siguiente donante, pero aunque era potente (110 CV), estaba falto de bajos. El elegido fue un Opel Omega, que requirió solucionar unos problemas de cavitación tabicando el depósito de combustible y sumergiendo la bomba eléctrica de gasolina dentro del propio depósito en un alojamiento fabricado artesanalmente. Aletines ampliados Los aletines originales se ampliaron para que cubrieran los anchos neumáticos, y se aplicó a todo el coche una capa de pintura naranja. A pesar de estar pintado en un garaje, el aspecto resulta impecable. Probamos el Samurai por los caminos de los alrededores de Hellín, con los últimos ajustes todavía por concluir y numerosos cableados asomando por debajo del salpicadero. El confort ha mejorado gracias a dos asientos deportivos de Opel Astra. El motor empuja como un tiro y se pueden ir empalmando marchas en largas como en un turismo deportivo. Los neumáticos de 31″ son más que suficientes para este pequeño bólido, que ofrece la mejor musculatura probada hasta ahora en un Samurai preparado. Lejos de los puntiagudos motores 1.3 del Swift o el bondadoso propulsor 1.6 del Vitara empleado en otras interesantes preparaciones que hemos probado, los 122 CV alemanes y los cortos desarrollos instalados empujan con decisión a este compacto japonés, que te lleva de curva a curva en menos de lo que imaginas. Mientras, el ruido en el habitáculo es notable, y la suspensión delantera se siente bastante dura y rebotona, lo que hace que la conducción sea notablemente física a pesar de la magnífica dirección asistida. En las trialeras, el Samurai recupera la sonrisa, y atraviesa con pasmosa facilidad cualquier barrizal o agujero que se encuentre en su camino. La suspensión trasera copia muy bien el terreno. Delante, la flexibilidad resulta más limitada, a pesar de no llevar estabilizadora. La caja trásfer con relaciones más cortas (del Samurai 1.0) y la buena potencia del motor en cortas permiten utilizar la segunda, e incluso la tercera en las subidas más pronunciadas, objetivos impensables con el coche de serie. |
Su creador
Ángel Donate Pinar («Angelón» para los amigos). n Hellín (Albacete), 1981. n Conductor de maquinaria pesada. n ¿Cómo te enganchaste al 4×4? A través de mis amigos y «asesores» Julio y Jesús García, Fernando Sánchez y José Martínez. Ellos, Miguel Crespo y Carlos Gustavo Eliser me han ayudado mucho con su trabajo y conocimientos. n ¿Por qué elegiste el SJ? He probado muchos TT, y el Suzuki es el más ágil. n ¿Por qué esta preparación? Me gusta la mecánica, y quería tener el mejor 4×4 para trialeras y pozas de barro. Sin presupuesto, no me quedó más remedio que agudizar el ingenio. n ¿Lo próximo? Bloqueo trasero y amortiguador de dirección. |
Por dentro y por fuera
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Cómo vaMás robusto y con asistencia-el eje delantero se ha adaptado de nissan patrol Recuperado. El tren delantero original ha dado paso a otro de Nissan Patrol. Es más robusto, más ancho y sus grupos son más cortos. Su propietario y preparador ha conseguido además montar la dirección asistida de un Nissan Terrano. Numerosos componentes son artesanales. La tercera opción-el motor es un 2.0 de opel omega El doble de potencia. Si los 64 CV del motor 1.0 de Suzuki eran un tanto escasos para mover el conjunto, los 122 del motor 2.0 del Opel Omega resultan más que suficientes. La primera opción fue un motor Seat biárbol 2.0, pero fue desechada por problemas de carburación. Un motor 1.8ie de Fiat Tipo se descartó por falta de bajos. Varias fuentes-hay piezas de varios donantes Interior. No hay grandes inventos en el interior. Los asientos delanteros proceden de un Opel Astra, mientras que el donante de los traseros ha sido un Fiat Ducato. Lo único realmente nuevo es una emisora de radiofrecuencia. Recauchutados. Fiel a la filosofía «económica» de la preparación, se ha optado por los eficaces Insa Turbo Sahara para lograr la máxima tracción al mínimo coste. Artesanía en el eje trasero-hay muelles en lugar de las ballestas originales Fusión. El eje trasero Nissan se combina con muelles de Lada Niva y amortiguadores de Range Rover. Tanto éstos como los delanteros (de Nissan Terrano) son de los pocos componentes nuevos de la preparación. El «limitador de extensión» que ves en la imagen es provisional.
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Ficha Técnica
El consejo TTPreparar un vehículo extremo partiendo de una base popular es tan sencillo como tirar de los catálogos de ARB, Bilstein, Goodyear, Trailmaster… hasta dejar el vehículo a nuestro gusto. Hay una alternativa que consiste en usar la imaginación, recuperar piezas de desguace, adaptarlas e invertir casi todo nuestro tiempo libre. El resultado será un vehículo 100% personalizado y un ahorro de 20.000 o más euros. ¿Te animas? Equipamiento, Seguridad y Funcional
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Por fuera
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