Diseñado por Toro Rosso
Al contrario que las temporadas anteriores, que Red Bull era también responsable del coche de Toro Rosso, la nueva reglamentación ha obligado al equipo suizo a diseñar y construir su monoplaza sin la ayuda de su -hermano mayor- (este año está totalmente prohibido que distintas escuderías trabajen de manera conjunta en el desarrollo de los coches).
Si otras escuderías han optado por cambiar los colores, el Toro Rosso se mantiene fiel al de la temporada pasada. El cambio más sustancial es la prolongación de la aleta, que acopla los conductos de enfriamiento y aporta mayor cantidad de aire al alerón trasero. Esto debe aportar un extra de aplomo y de velocidad, que unido al motor Ferrari debe garantizar mejores posiciones en carrera que el año pasado. Con estas mejoras y la gran cantidad de equipos nuevos, podemos soñar con ver a Alguersuari luchando por puestos de mitad del pelotón y no por evitar la última posición.
Savia nueva
Para esta nueva andadura, Toro Rosso ha optado por dos pilotos jóvenes: Sebastian Buemi y Jaime Alguersuari, la misma pareja que terminó la pasada temporada. Esta apuesta arriesgada promete más desparpajo, aunque menor experiencia. Esperemos, al menos, que pongan emoción al campeonato.
