Primavera, alergias y autocaravanas

Los acontecimientos del último año nos han hecho comprender mucho mejor los riesgos que acechan en el aire. Eso, y la creciente instauración de medidas anticontaminación y con vehículos cada vez más limpios, sin duda nos han acercado a los problemas de las personas alérgicas, que cada primavera ven llegar un sinfín de problemas respiratorios […]


Los acontecimientos del último año nos han hecho comprender mucho mejor los riesgos que acechan en el aire. Eso, y la creciente instauración de medidas anticontaminación y con vehículos cada vez más limpios, sin duda nos han acercado a los problemas de las personas alérgicas, que cada primavera ven llegar un sinfín de problemas respiratorios (asma, rinitis…) debido a todo aquello que arrastra el aire.

En general es una causa más para preparar nuestra autocaravana, para esta época del año, y más si en nuestra familia tenemos algún alérgico, es una tarea vital. En este vehículo no solo tenemos asientos sino también colchones para dormir, que pueden ser de gomaespuma, látex, u otro material acrílico, y también almohadas de plumas, que pueden resultar dañinos si no se lavan adecuadamente.

Es por ello conveniente cubrir estas partes blancas con fundas impermeables a ácaros, así como lavar el material de cama a altas temperaturas una vez a la semana.

Este hábito de limpieza frecuente ha de extenderse a las demás partes del vehículo, desde el suelo hasta el mobiliario, utilizando fregonas, paños y aspiradores con filtros HEPA. Disponer de deshumidificadores siempre es conveniente, y más ahora, cuando la humedad permite que se desarrollen los ácaros. En general, conviene evitar el uso de aerosoles, y por supuesto el tabaco.

En efecto, es tiempo de alergias y es necesario no solo poner a punto nuestro vehículo, sino tomar nosotros mismos otro tipo de precauciones para evitar un disgusto o una distracción innecesaria. Al fin y al cabo, una alergia no deja de representar un malestar para un pasajero o, aún peor, el conductor, que podría distraerse con una serie de estornudos, buscando un pañuelo, o empeorar su visión de la carretera por algún síntoma secundario exponiéndose a un accidente.

Evidentemente, hay productos que facilitan nuestra vida y que venden en las farmacias, aunque conviene no automedicarse en absoluto (o al menos conocer los efectos secundarios). Suele ser aconsejable empezar los tratamientos unos días antes de salir con el vehículo, para asegurarnos de que sus efectos paliativos ya están en marcha.

Los antihistamínicos son muy útiles, pero algunos pueden provocar somnolencia. Y ojo, el alcohol siempre es un componente de peligro, pero aún más si estamos recurriendo a un medicamento o somos alérgicos. Combinación peligrosa. Un consejo en este punto: la Agencia Española del Medicamento tiene una lista muy útil sobre tipos de fármacos y su uso y efectos.

Otro factor importante es asegurarse que en nuestro taller cambian adecuadamente los filtros de polen, que evitan la entrada en el habitáculo de esa y otras sustancias nocivas, o incluso hacerlo nosotros mismos porque no es tan difícil. Hacerlo al principio de la primavera siempre es una buena idea, en todo caso.

Una vez en marcha, viajar con las ventanillas cerradas y aparcar el coche lejos de zonas húmedas si es posible, para evitar a los insectos. Otro tema es el de animales y mascotas, que pueden ser motivo de crisis para algunas personas. Reglas de oro que nos facilitarán la vida si logramos atenernos a ellas.

 

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