El primer accidente mortal protagonizado por un coche autónomo ha tenido lugar en Tempe, Arizona (Estados Unidos). El suceso tuvo lugar cuando una mujer que cruzaba la calzada fuera del paso de peatones fue arrollada por un vehículo de Uber, concretamente un Volvo XC90. Todavía no se ha esclarecido si la víctima iba caminando o encima de una bicicleta.
Aunque el automóvil de Uber estaba circulando en modo autónomo, contaba con un conductor de seguridad, pero tampoco fue capaz de evitar el atropello. El trabajador de Uber se encargó de alertar a los servicios de emergencia después del accidente, pero las heridas de la víctima fueron tan graves que acabaron provocando su fallecimiento ya en el hospital.
Interrupción de las pruebas
De manera inmediata, Uber ha señalado que suspende todas las pruebas con vehículos autónomos que estaba realizando en las ciudades de Tempe, Pittsburgh, Toronto y San Francisco. Asimismo, la empresa ha dado el pésame a la familia a través de las redes sociales y ha manifestado que ayudará en todo lo posible a las autoridades para esclarecer la investigación del suceso.
Hasta el momento, el mayor percance acontecido en relación al programa de pruebas de vehículos sin conductor de Uber fue el vuelco de otro Volvo XC90, en ese caso provocado por causas ajenas al sistema de conducción autónoma. Más allá de ese percance, solo podemos hablar de problemas burocráticos que acabaron con la aprobación de un marco legal por parte de la administración Obama para desarrollar este tipo de vehículos en las carreteras públicas.
