La carrocería ha sufrido pequeñas pero abundantes modificaciones para actualizar su imagen. El frontal ha sido suavizado con la adopción de unos nuevos faros que incorporan una tira de LEDs para la iluminación diurna. El paragolpes delantero y el capó también han sufrido cambios, al igual que los retrovisores, las aletas delanteras y traseras. El paragolpes trasero también cambia, al igual que los pilotos traseros y el maletero. En conjunto, el vehículo se aligera visualmente y se vuelve menos -ostentoso- que la versión anterior. Los cromados han disminuido su tamaño, y los escapes vuelven a las formas clásicas: dos ovalados en las versiones diesel y cuatro redondos en la versión R.
El interior también presenta pequeñas novedades, como la consola central rediseñada o los nuevos y cómodos asientos. También destaca el nuevo equipo de sonido, que culmina con la opción de montar un sistema Bowers & Wilkins de 1200 vatios y 17 altavoces. Como anécdota destacar que el subwoffer es del mismo tamaño que el depósito de combustible de un Ford Fiesta.
En resumen, Jaguar ha aplicado retoques tanto estéticos como prácticos para actualizar una gama que se vuelve muy interesante gracias a sus nuevas motorizaciones. En especial el nuevo motor 2.2 diesel de 190 CV.
Buen funcionamiento, bajo consumo
El motor 2.2 entrega una potencia de 190 CV con un par motor máximo de 450 Nm. Jaguar declara un consumo en ciclo combinado de 5,4 litros a los 100 kilómetros. Acelera de 0 a 100 km/h en 8,5 segundos y tiene una velocidad punta de 225 kilómetros por hora, con unas emisiones de CO2 de 149 gramos por kilómetro, cumpliendo las normas Euro V.
Este motor diesel 2.2 destaca por su buen funcionamiento, suavidad y bajo consumo. Este motor está acompañado por una caja de cambios automática ZF de ocho velocidades de funcionamiento excelente y con accionamiento secuencia por levas de cambio en el volante. Pero la gran novedad es la función Stop/Start que incorpora. El sistema monta un arranque con dos solenoides, que permite una suavidad y velocidad de arranque notoria. Pese a ser un sistema que no me enloquece precisamente, es el más rápido y suave que he probado. Es notoria la capacidad del sistema de -revivir- un motor que no haya parado totalmente. Es decir, si el motor está girando a menos de 350 revoluciones por minuto, no es necesario detenerlo para reanudar la marcha.
Pero arranquemos el coche. El motor cumple perfectamente la tarea de mover la carrocería de casi cinco metros, con un silencio interior destacable. La caja de cambios actúa con suavidad, y es capaz de reducir varias marchas de golpe si es necesario. El coche no transmite en ningún momento sensación de pesadez o de lentitud. En resumen, Jaguar se apunta a la moda del downsizing con la incorporación de este nuevo motor de cuatro cilindros, logrando una berlina con un motor económico pero capaz. Todo envuelto en la atmósfera a la que Jaguar nos tiene acostumbrados últimamente.
Pero seguro que este modelo será la primera de las varias novedades que Jaguar está preparando, pronto veremos versiones con tracción integral y seguro que alguna sorpresa más para completar una gama que representa el grueso de las ventas de la marca del felino.