Primer contacto con el Mercedes E300 Hybrid

Mercedes, inmersa en plena carrera con la competencia para reducir emisiones y consumos sin renunciar al rendimiento y a la experiencia de conducción, también ha decidido apostar por la tecnología híbrida, y lo hace asociando el motor eléctrico (15 kW ó 20 CV) a uno diésel de 2.2 litros y 204 CV en su nuevo E300 BlueTec Hybrid.


¿Qué novedades implica este nuevo modelo? En primer lugar, la reducción de las emisiones de CO2, pasando de los 127 gr/km de modelos anteriores de similar potencia a los 109 g/km del actual. También se reduce el consumo de combustible, que en este caso se sitúa en unos sorprendentes 4,2 litros cada 100 km, una cifra muy destacable para una berlina del segmento C. Y todo ello por solo 300 € más, en España, que la versión E 250 CDI con cambio automático equivalente, esto es, por unos 51.900 €. Aunque llegará a los concesionarios españoles a partir de septiembre en variantes berlina y familiar, en mayo se abrirá el plazo de recepción de pedidos.
Recorrido y tipo de recorrido, fecha y lugar: 2 y 3 de abril del 2012. Stuttgart (Alemania). Durante la primera jornada recorrimos cerca de 190 km en trazado mixto de autopistas, carreteras de montaña y ruta urbana entre el aeropuerto de Stuttgart y Constanza. En el segundo día, la ruta fue inversa, aunque contando con un Mercedes SLK 250 CDI y un S 250 CDI con tecnología BlueEFFICIENCY para poder comparar rendimientos.

Curiosidades del producto

Mercedes ha apostado muy fuerte por la tecnología híbrida, y por ello ha decidido implementar un pequeño motor eléctrico de apenas 20 CV (que apenas aportaría un kilómetro de circulación en modo eléctrico a velocidades inferiores a 35 km/h) en una de sus berlinas más populares del segmento C, su E 300 BlueTec, y complementarlo así con su motor diésel de 2.2 litros y 204 cv.

A diferencia de otros modelos híbridos, en esta ocasión la mecánica eléctrica se ubica entre el motor de combustión y la transmisión automática 7G que monta. Esto posibilita la reducción del volumen de la batería, de ion-litio, que se ubica en el vano motor. ¿El resultado? No se pierde volumen de maletero, como en otros modelos, ni se penaliza en exceso el resultado global en términos de peso, que en este caso supone solo una diferencia de apenas 100 kilos.

El E300 utiliza principalmente el motor eléctrico para las arrancadas y las maniobras a baja velocidad, lo que supone un importante descenso de consumo cercano a un litro respecto al E250 precedente. De esta forma, el consumo homologado se sitúa en unos muy aceptables 4,2 litros cada 100 km, que en nuestra prueba subieron ligeramente hasta los 5,4 litros.

Mención aparte merece el sistema de almacenamiento energético. A diferencia de otros modelos híbridos, el E300 no cuenta con una batería que ocupe gran parte del espacio del maletero, sino que en este caso posee una batería no mucho más grande que un tostador doméstico situado en el interior del vano motor, detrás del amortiguador izquierdo. Circular en modo eléctrico puro no es el objetivo de este coche, por lo que realmente no se necesita más. A consecuencia de esta modalidad de batería no se sacrifica habitabilidad interior o espacio de maletero, algo que se agradecerá especialmente en viajes largos. Eso sí, la batería tradicional, la de 12V, sí va ubicada en el maletero, aunque no reduce el espacio de carga.

Uno de los principales atractivos de este vehículo es su modo de circulación -a vela-. Este nuevo sistema desconecta el motor y permite rodar simplemente por inercia siempre que el coche no supere una velocidad de 160 km/h y que la carretera permita lanzar el coche. En este momento, el motor eléctrico contribuye a mantener la velocidad de circulación cuando se reduzca la inercia. Esto redunda también en la reducción de un consumo de por sí contenido, y en un rendimiento en carretera realmente cómodo.

Lo cierto es que, hablando de rendimiento, sorprende su suavidad una vez que el motor térmico entra en calor. A diferencia de otros modelos híbridos, las sensaciones que transite su conducción no son especialmente distintas a las que aporta el modelo diésel sin aporte eléctrico. Tanto por los momentos en los que alterna entre el modo eléctrico y el convencional como por la velocidad de su cambio 7G, el vehículo no transmite la sensación de ser -distinto- a los demás- aunque esto sí se percibe en las arrancadas suaves, en las que el sonido del motor es completamente imperceptible.

Respecto a su interior, solo se diferencia de su hermano mayor, el E250, en los indicadores de su cuadro de mandos. Algo saturado, eso sí, gracias a los símbolos del sistema de prevención de colisiones, del reconocimiento de señales, de alerta por cansancio, y del nivel de batería. Cuenta también con un gráfico animado que indica si el motor de combustión está funcionando en solitario, si el motor eléctrico está aportando energía o si por el contrario, está cargándose. Cómodo, aunque algo ruidoso en general, perfecto para trayectos largos.

Gracias al descenso en sus emisiones de CO2, que pasan desde los 127 gr/km del E250 CDI a los 109 gr/km del modelo híbrido, los consumidores españoles solo necesitarán pagar unos 300 € más por este nueva alternativa que por la diésel precedente. A partir de mayo será posible reservar las primeras unidades en acabado berlina o familiar, que llegarán a los concesionarios en el mes de septiembre por un precio cercano a los 52.000 €.

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