Entre otros avances, estos modelos ya cuentan con el sistema de detección de peatones -que ya estaba presente en los S60, V60 y XC60- y del City Safety, encaminado a reducir la gravedad de las colisiones traseras que se produzcan a menos de 30 km/h. Además, Volvo ha incluido en esta presentación su nuevo motor diésel D5, que entrega 215 CV, y que reduce tanto su consumo como sus emisiones de CO2.
Como parte de esta apuesta, estos modelos han recibido el nuevo sistema de información y entretenimiento Volvo Sensus, que ya estaba presente en los S60 y V60 desde el 2010. Gracias a este sistema, el conductor puede acceder, mediante una pantalla a color de cinco o siete pulgadas, a diversas configuraciones del coche y a todo tipo de información sobre seguridad que pueda ser relevante. Así, desde esta consola se puede controlar la detección de peatones, el nuevo sistema de alerta al conductor, o factores como la iluminación o el sistema de audio del vehículo. En esta pantalla también se muestra el sistema de navegación, el de cámara de marcha atrás o el reproductor de DVD y televisión digital. Además, la conexión Bluetooth se ha mejorado de tal forma que desde el teléfono se puede emitir música por streaming para poder reproducirla en el sistema de audio del vehículo.
Respecto a la seguridad mejorada de estos modelos, Volvo ha implementado su tecnología de detección de peatones con frenado automático completo. Este sistema, que ayuda al conductor a detectar todo tipo de situaciones de peligro y que contribuye a reducir el riesgo de atropellos, ya estaba presente en los S60, V60 y XC60. Aunque en las pruebas dinámicas no tuvimos la necesidad de comprobar su sistema de frenado de emergencia, que actúa en el coche si el conductor no reacciona ante la presencia de un peatón en la zona frontal del vehículo, sí comprobamos cómo sus sensores alertaban de la presencia de cualquier obstáculo que pudiera poner en riesgo nuestra circulación.
La marca sueca también ha apostado decisivamente por la integración de la telefonía móvil en la gestión de sus automóviles. Y lo hace con la creación de una aplicación dirigida a terminales con tecnología Android o iPhone. Gracias a la aplicación Volvo On Call, gratuita, el conductor podrá localizar su vehículo en todo momento y ser guiado hasta su posición exacta. Además, podrá bloquear o abrir las puertas del coche remotamente, y encender o apagar la calefacción sin necesidad de estar en su interior. También podrá obtener información pormenorizada del estado de su vehículo y conocer si existe algún problema por el que deba visitar el taller, y recibir una notificación automática si salta la alarma en caso de robo. Para comprobar su funcionamiento, la marca puso a nuestra disposición distintos modelos de Smartphone con los que obtuvimos información puntual de nuestra ruta y del estado del coche después de ella, así como de su posición en todo momento.
De la misma forma, tuvimos la oportunidad de comprobar el rendimiento de los nuevos motores diesel D5 a bordo de dos modelos -con cambio automático y manual- de S80. Este propulsor mejora el anterior D3, aumentando desde los 205 cv del modelo anterior hasta los 215 cv, y con un aumento de par desde los 420 Nm hasta los 440 Nm. Tanto en autopista como en trazado urbano, la potencia del coche queda patente desde el primer momento. Aporta fiabilidad y sensación de seguridad en los adelantamientos, en los que brilla especialmente. Además, con esta actualización, Volvo ha mejorado también el consumo, ya que este propulsor promete una media de 4,9 l/100 km, que no se aleja en exceso de la media obtenida en nuestra prueba. En cuanto a las emisiones de CO2, el D5 las sitúa en 129 gr/km.
Respecto a los precios de estos modelos, el S80 parte desde los 37.937,12 € del T4F Kinetic, a los 62.144,31 del D5 AWD Executive. Por su parte, el V70 va desde los 38.790 € del D3 Kinetic a los 48.180,38 euros del D3 Summum. Por último, respecto al XC70, su precio oscila entre los 39.990 € del DRIVe Kinetic a los 64.705,57 del T6 AWD Summum.
