Primer crash test a un coche eléctrico

El Mitsubishi i-MiEV, que también se ofrece desde diciembre por el grupo PSA bajo las denominaciones de Citroën C-Zero y Peugeot iOn, ha sido analizado según tres criterios distintos de seguridad: choque frontal, choque por alcance (trasero) y prueba de excarcelación de accidentado. En materia de seguridad, el i-MiEV incluye pretensores de cinturones, seis airbags […]


El Mitsubishi i-MiEV, que también se ofrece desde diciembre por el grupo PSA bajo las denominaciones de Citroën C-Zero y Peugeot iOn, ha sido analizado según tres criterios distintos de seguridad: choque frontal, choque por alcance (trasero) y prueba de excarcelación de accidentado. En materia de seguridad, el i-MiEV incluye pretensores de cinturones, seis airbags (conductor, acompañante, laterales y cabeza) y control de estabilidad (ESP).

Metodología del estudio
Para determinar el grado de seguridad, los ingenieros de ADAC han realizado los tres tipos de pruebas antes mencionados siguiendo la siguiente metodología:

La seguridad de los ocupantes en caso de un impacto frontal, así como la seguridad de la ubicación de ciertas piezas del vehículo que están sometidas a alto voltaje, se han puesto a prueba a través de un crash test frontal a una velocidad de 64 km/h, de acuerdo con la metodología de EuroNCAP.
Además, se ha practicado un choque por alcance a 80 km/h, según la normativa norteamericana. Se realizaron también ensayos de corte en la carrocería del coche accidentado para determinar el nivel de seguridad para los equipos de rescate tras un accidente.
Por último, tras los crash test el vehículo ha sido analizado por instructores del cuerpo de bomberos para detectar posibles problemas durante un rescate de ocupantes del interior de un vehícuo eléctrico accidentado.

Choque frontal según metodología EuroNCAP
A pesar de la construcción ligera del i-MiEV, de la colocación del motor eléctrico y de la transmisión en la parte trasera del vehículo, este vehículo eléctrico ha obtenido buenos resultados en el choque frontal. Tras el impacto, el vehículo asegura con garantías un habitáculo de supervivencia a los ocupantes, aunque aún se debe mejorar la zona de impacto de las rodillas y las piernas en su interior. La puntuación total en esta área ha sido del 72,5%, mejor que un Twingo del 2007 (70,6%).

Choque por alcance a 80 km/h según la normativa norteamericana
En el choque por alcance a 80 km/h con una barrera de 1.400 kg., toda la unidad mecánica, el motor con la caja de cambios y el eje trasero, fueron empujados unos 40 cm. hacia dentro del habitáculo. Debido a la deformación, el revestimiento exterior se dobló y se rompió, afectando el piso del vehículo (donde se ubican las baterías), aunque no las propias células (baterías) del coche, que  no se vieron afectadas por el impacto. Una cápsula reforzada con fibra de vidrio protege las células individuales contra influencias del entorno.

Resultados de los crash test
Los dos test de choque realizados demuestran un aceptable nivel de seguridad del Mitsubishi i-MiEV. En cuanto a los retos específicos que plantea un accidente de un vehículo eléctrico, los sistemas de seguridad detectaron el impacto durante la prueba y se encargaron de desconectar automáticamente todo el circuito de alto voltaje. Las baterías que proporcionan el alto voltaje no se vieron afectadas incluso durante estas duras pruebas a las que fueron sometidas las estructuras, por lo que después del accidente se puede concluir que no implican un especial riesgo para los ocupantes ni para los equipos de emergencia (bomberos). El vehículo demuestra que la seguridad en los vehículos eléctricos no tiene nada que envidiar a la seguridad en coches comparables con motor de combustión.  Sin embargo, sigue existiendo potencial para la mejora.

Pruebas de rescate de ocupantes
Tras los crash test, el vehículo fue analizado por instructores del cuerpo de bomberos para detectar posibles problemas durante un rescate. Se recreó el procedimiento normal de corte de la carrocería (excarcelación) para comprobar si existen problemas con la instalación de alto voltaje durante el rescate. Un conector adicional (interruptor separador de la batería o Service Connect) se encarga de que sea posible interrumpir la conexión de las distintas células de la batería, con lo que durante el rescate se puede -desconectar- el vehículo.

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