Según la marca, el nuevo CR-V no será un lavado de cara del modelo actual, sino una reinterpretación completamente nueva, con sus características propias. Sin embargo mantendrá los rasgos que han hecho fuerte a este modelo, como el tamaño, la practicidad o las tecnologías de seguridad. Estéticamente destaca por un frontal más limpio, con una parrilla muy sencilla y unos faros rediseñados y con el fondo oscurecido. Un nuevo cubrecárter delantero sustituye al prominente paragolpes actual, mientras que la trasera de una mayor sensación de aplomo. A falta de conocer datos oficiales, parece que la habitabilidad en las plazas traseras será mayor e, incluso, no se descarta la introducción de una tercera fila de asientos.
Su puesta de largo en Estados Unidos tiene mucho sentido: llegará al mercado de aquel país a finales de este mismo año, mientras que en Europa tendremos que esperar hasta 2012. En la actualidad se comercializa con dos motores: uno diésel y otro de gasolina, ambos de 150 CV.
