Con ese objetivo, la marca japonesa cogió la base del anterior Impreza para desarrollar el crossover del que ahora nos muestra su primera imagen trasera, el XV, un modelo que ha perdido el apellido Impreza por el camino y que se diferencia de éste por una carrocería mucho más alta, grandes protecciones, un portón bastante elevado, llantas de gran tamaño… Su versión definitiva ya está lista para ser mostrada en los próximos días en el Salón de Frankfurt, por lo que su llegada al mercado podría estar prevista para antes de que finalice el año. Tiene una longitud de 4,45 metros, con una anchura de 1,78 m y una altura de 1,57 m, es decir, muy similar a un BMW X1. La batalla es de 2,63 metros.
Mecánicamente optará por el famoso motor bóxer de 2.0 litros y 150 CV de potencia, asociado al cambio automático Lineartronic CVT. Por supuesto tendrá la tracción total Symmetrical All-Wheel-Drive y el nuevo dispositivo de estabilidad Subaru Dynamic Chassis Control para mejorar el confort en marcha.