Un buen ejemplo de esta tendencia es el nuevo i40, una berlina desarrollada específicamente para el mercado europeo y adaptada a los gustos del consumidor del Viejo Continente. No en vano ha sido diseñada en el centro de I+D de la marca en Rüsselsheim (Alemania) según el lenguaje -escultura fluida-, muy acorde al resto de modelos de la firma coreana a partir del ix35. Estéticamente no cabe duda de que supone un paso adelante en la historia de la compañía. Destaca la nueva parrilla hexagonal, unos grupos ópticos muy alargados, una línea de cintura ascendente para potenciar el espíritu deportivo, unas superficies muy esculpidas y unas luces antiniebla de grandes dimensiones y muy bien integradas en el paragolpes. De momento sólo tenemos las imágenes del familiar, el primero en llegar al mercado, ya que el sedán tendrá que esperar unos meses. El Sport Wagon cierra el capítulo de diseño con un gran portón, un alerón trasero y una línea de techo que desciende de manera fluida hasta la zaga.
El equipamiento también obedece a este nuevo concepto de vehículos de calidad: monta asientos delanteros y traseros climatizados y reclinables, volante climatizado y un sistema que detecta y elimina de manera automática la niebla del parabrisas. Hasta conocer la gama mecánica al completo, la marca ha querido destacar el nuevo motor diésel de 1.7 litros, con el que sólo emite 113 gramos de CO2 por kilómetro.
El i40 también disfrutará de serie del Plan Triple Cinco Confianza, con garantía de kilometraje ilimitado de cinco años, de asistencia en carretera cinco años y cinco años de controles preventivos del estado del vehículo.
Su debut mundial tendrá lugar en el Salón de Ginebra, donde también estarán el Veloster y el Curb, ambos vistos en el Salón de Detroit en el mes de enero.
