Si los comparamos detenidamente vemos que no hay diferencias notables entre los dos modelos más allá de los logos, de algún ligero cambio en los faros y de la pantalla táctil que destaca en el habitáculo del europeo. Por lo demás se mantiene la estética afilada y esculpida que ya pudimos analizar en su día, con una imagen más cercana a la del Auris y ángulos más marcados. Se huye así de las líneas redondeadas de su predecesor y apuesta por una mayor presencia, aplomo y musculatura, algo que sin duda conseguirá atraer a nuevos compradores, sobre todo de sexo masculino. Para ello también ha dado un importante estirón: crece de 3,78 a 3,89 metros.
De momento no hay mucha más información al respecto, ya que de momento conocemos estas fotos gracias a que han sido publicadas por la filial holandesa de la marca. En cuanto a mecánicas, es más que probable que mantenga el motor 1.0 VVT-i de 68 CV, el 1.33 VVT-i de 101 CV y el 1.4 diésel de 90 CV. Más adelante llegará la versión híbrida, de la que ya conocemos su prototipo.