
Hasta ahora, la gama del Focus se podía elegir con un acabado lujoso –Titanium-, uno intermedio –Trend– y uno básico –Urban-… a los cuales se une ahora uno de carácter deportivo denominado Sport. Sólo se puede combinar con la carrocería de cinco puertas -es decir, no lo hay ni familiar ni con cuatro puertas- y se ofrece con cuatro motores a elegir: dos diesel de 115 y 163 CV… y dos gasolina de 125 y 180 CV. Precisamente este último se convierte, en combinación con dicho acabado Sport, en la versión más rácing de la actual gama Focus.
Comenzando por el precio, esta variante resulta muy competitiva; su coste habitual de tarifa es de 23.100 euros, pero con la actual promoción de 2.100 euros de descuento se queda en unos interesantes 21.000 euros; además, la marca regala dos packs de equipamiento valorados en cerca de 1.000 euros y que constan de elementos como climatizador bizona, sensor de aparcamiento trasero, sensores de luz y lluvia, elevalunas eléctricos traseros… que se suman a la dotación de serie: seis airbags, ESP, dirección asistida, equipo de audio, volante multifunción… Como referencia, un Opel Astra 1.6 turbo de la misma potencia sale por 21.635 euros con su actual descuento, mientras que el VW Golf 1.4 TSI 160 CV 5p asciende a 24.205 euros.
El acabado Sport que ahora estrena el Focus -y que tiene como punto de partida el acabado Trend- es fácil de reconocer porque incluye un completo kit aerodinámico para la carrocería, compuesto por nuevos paragolpes, faldones laterales, alerón de techo, llantas de 17″… En conjunto, la apariencia del coche es moderna, atractiva… y se puede mejorar aún más con las llantas de 18″ -opcionales por 400 euros- o los faros bixenón con luces leds diurna –850 euros-. Asimismo, se puede elegir entre 11 colores distintos para la carrocería; curiosamente, el blanco de las imágenes cuesta 180 euros, mientras que el azul o el rojo son gratis. Aparte hay otros ocho tonos metalizados por precios que van desde 425 hasta 650 euros.
El interior del Focus Sport dispone de asientos deportivos como elemento más llamativo; el resto es similar al del resto de la gama: una apariencia muy atractiva, una calidad de referencia -es decir, a la altura de los mejores- y una habitabilidad simplemente correcta; por el contrario, el maletero tiene una capacidad justita. De hecho, cuando lleva la rueda de emergencia -que cuesta 70 euros- la capacidad es de apenas 317 litros, lo cual le sitúa como el más pequeño de la categoría. Finalmente, la postura de conducción es magnífica, la visibilidad suficiente y la insonorización y aislamiento del habitáculo, de lo mejor del segmento.
De momento, el tope de potencia en la gama Focus lo representa esta versión 1.6 turbo de 180 CV; uno de los motores más modernos de Ford, que emplean desde el Mondeo hasta los monovolúmenes S-Max y Galaxy -aunque con otro nivel de potencia- y que a finales de año también llevará el Fiesta ST. Su rendimiento es notable por prestaciones -alcanza 222 km/h y acelera de 0 a 100 en 7,9 segundos– pero no tiene un carácter muy deportivo y radical; es de esos coches que resultan rápidos pero no transmiten muchas sensaciones… porque suena poquito, apenas vibra y la entrega de potencia es suave y constante. Es muy, muy agradable de conducir -también porque ofrece buena respuesta casi desde el ralentí- pero quien quiera un Focus realmente rácing deberá esperar a finales de año para adquirir la variante ST, con su motor 2.0 turbo de 250 CV -que también será más cara-.
El chasis del Ford es excepcional, posiblemente la actual referencia; es cierto que no ofrece la suspensión regulable de sus dos principales rivales -Astra y Golf- pero su puesta a punto es tan buena… que, realmente, no se echa en falta. A baja velocidad sorprende su calidad de rodadura, lo bien que filtra las pequeñas irregularidades. Yendo rápido, es un coche ágil pero noble, de reacciones sencillas y capaz de entrar en las curvas con rapidez, gracias también a un dispositivo que lleva en el eje delantero y que simula el trabajo de un autoblocante, consiguiendo que el agarre de las ruedas en los giros siempre sea lo mejor posible. El tacto del cambio, manual de seis velocidades, también es agradable y muy rápido, la dirección tiene el tacto perfecto -aunque no ‘comunica’ mucho lo que sucede entre el asfalto y el volante- y los frenos son más que suficientes, con un pedal que ofrece la sensabilidad correcta.