Según Lexus, esta ganancia se debe principalmente a que han reubicado las baterías colocándolas en posición vertical y pegadas a los respaldos traseros -antes iban colocadas de forma horizontal-. Siguiendo con el interior, el Lexus sigue destacando por su excelente calidad de acabados, algo destacable sobre todo por los materiales empleados o por los ajustes de las diferentes partes del salpicadero. Eso sí, existen algunos detalles mejorables por recordar demasiado a modelos de Toyota, como los mandos de las luces, el tapizado de la zona de los pies o algunos cables que quedan a la vista, por ejemplo, detrás de la zona de los retrovisores. Por lo demás, el interior destaca por lo cómodo y -acogedor- que resulta, y tampoco tardarás habituarte a la distribución de los mandos.
La gama del GS está formada por tres acabados: Drive, Plus y F Sport. Este último, además de tener un acabado más deportivo, es el único que cuenta con dirección a las ruedas traseras. Y ésta es, precisamente, la versión que hemos probado. Además de la dirección a las cuatro ruedas, este GS cuenta, como los otros acabados, con suspensión adaptativa y dirección asistida variable en función del programa de funcionamiento que seleccionamos con un mando giratorio ubicado junto al cambio. Así, se puede seleccionar entre Eco, Normal, Sport y Sport Plus. La diferencia entre un programa y otro es palpable porque, además de notar diferencias en el comportamiento, cambian cosas como la tonalidad de la iluminación del cuadro, que pasa de azul a rojo.
En líneas generales, el GS cuenta con una respuesta muy progresiva y bastante contundente en todo momento. Su sistema híbrido funciona, básicamente, como el de un Toyota Prius, por ejemplo, si bien las prestaciones del GS, con sus 344 CV, son muy superiores. Puede funcionar sólo con el motor eléctrico, con el de gasolina… o con los dos a la vez. Otra diferencia con el Prius es que el GS tiene seis velocidades -en realidad, no son velocidades como tal, sino que se trata de seis fases de retención del sistema híbrido-, con un funcionamiento suave. Con todo, el GS acelera de 0 a 100 km/h en 5,9 segundos, tiene un consumo medio de 6,2 l/100 km y alcanza los 250 km/h.
En cuanto a su comportamiento, el GS tiene el inconveniente de pesar 1.895 kilos, algo que se nota cuando se circula un poco deprisa por zonas viradas. Allí, las inercias se notan un poco más que en, por ejemplo, un Audi A6 Hybrid o un BMW Serie 5 Hybrid. Aún así, en el caso del F Sport la cosa mejora gracias a la dirección a las ruedas traseras, que le aporta un plus de agilidad. Además, siempre tiene un comportamiento muy aplomado y que transmite mucha seguridad, con unas reacciones muy predecibles.
El aspecto más delicado del GS450h es su precio. El Drive cuesta 69.000 euros -aunque Lexus aplica un descuento de 9.000 euros para empresas-, el Plus 83.400 euros y el F Sport, 86.000 euros. Es un precio elevado, si bien el coche lo compensa con un completísimo equipamiento de serie: faros de xenón, tapicería de cuero, navegador, suspensión adaptativa… y, en las versiones Plus y F Sport, control de velocidad adaptativo, sensor de ángulo muerto, HUD…