Probamos el SLS: el Mercedes más exclusivo que puedes comprar

Por dentro y por fuera

Te saca los colores…El SLS está disponible con nueve colores; el negro y el plata son gratis, pero hay otro gris y uno azul por 2.993e, un blanco, otros dos grises y un rojo por 5.110-… ¡y un plata especial por 14.602e!

¿Qué pasa a más de 120 km/h?…El alerón trasero se despliega de forma automática para mejorar la estabilidad del coche; eso sí, su estética es mejorable.

Agáchate…Las manecillas, que ‘emergen’ cuando desbloqueas el cierre centralizado, quedan situadas demasiado bajas.

Por 584 euros… Puedes instalar una cámara de visión trasera. Muy recomendable para aparcar.

El maletero es pequeño -176 litros- y sus formas, bastante irregulares. Estas luces indican cuándo subir de marcha; se ven muy bien.

Al pulsar el botón AMG, en este display aparece la temperatura de aceite del motor y del cambio y la del líquido refrigerante del propulsor.

Esta leva sirve para subir de marcha; la del lado izquierdo, reduce. Tienen un tacto muy agradable.Con esta ruedecita se elige el modo de funcionamiento del cambio -manual, automático, más rápido.

La tapa del depósito es de aluminio; en su cara interior indica que sólo se puede repostar gasolina de 98 octanos… Curioso; aunque en los laterales pone 6.3, el motor en realidad es un 6.2.

Suficientes…Los retrovisores incluyen los intermitentes laterales. Ofrecen una buena visibilidad.

Elige otra…Estas son las llantas de serie; por 1.387e hay otras de cinco radios dobles, y por 2.920-, unas de 10 radios -todas de la misma medida-.

Qué justos…De serie, los faros son bixenón; debido a la escasa altura del morro, su iluminación no es tan buena como debiera…

El vano motor es tan grande y va tan protegido que realizar cualquier labor de mantenimiento es casi imposible.Como en los F1, el antiniebla trasero va en el centro.

CONDICIONES-DE-LA-PRUEBA Y DEL VEHÍCULO Km al inicio: 3.645 km Temperatura ambiente: 9ºC Presión atmosférica: 929 mbar Peso en báscula: 1.670 kg aprox. Reparto del./tras.: 48/52% Neumáticos: Continental ContiSportContact3 Presión del./tras.: 2,4/2,8 bar.

Curva de potencia: Impresiona la progresividad con la que sube la curva de potencia desde casi el ralentí hasta algo más 6.500 rpm. El ‘bache’ que se aprecia por debajo de 2.000 rpm se debe, simplemente, al funcionamiento de la caja de cambios.

Curva de par: Es bastante plana, algo que explica la buena respuesta del motor a cualquier régimen; eso sí, a partir de 3.500 rpm se produce un claro aumento que coincide con el comienzo de la zona de mejor rendimiento del SLS AMG.

Medidas

El habitáculo es amplio… para dos, aunque la altura en la zona central del techo, que es donde pivotan las puertas, es escasa. El maletero resulta muy justo.

Aceleración

Con Race Start… Esta función del control de tracción permite acelerar al máximo haciendo patinar a las ruedas lo mínimo imprescindible. Es tan eficaz que, pese a tener sólo propulsión trasera, el SLS ha acelerado como un R8 V10 de tracción total.

Consumo

Gasta, pero… Su buena aerodinámica y un eficaz cambio automático hacen que, a ritmo normal, el SLS consuma en torno a 0,5 l/100 km menos que otros rivales.

Adelantamiento

¡Adelante!… Su generosa cilindrada consigue que el motor tenga una respuesta muy contundente desde apenas 2.000 revoluciones, algo que le permite obtener unas excelentes cifras incluso en las marchas largas -además, aunque uses el cambio en modo manual, éste siempre reducirá de marcha para recuperar velocidad aún más deprisa-. En la práctica, esto significa que adelanta ‘como un rayo’: el mejor ejemplo son los escasos 2,64 segundos que necesita para pasar de 60 a 100 km/h en tercera velocidad…

Sonoridad

El motor suena bien… pero mucho… El sonido procedente del motor -muy grave- y del escape se escucha con mucha claridad incluso al ralentí. Es un tono deportivo, pero en viajes muy largos por autopista llega a resultar cansado. Si existen ruidos aerodinámicos o de rodadura, el motor los deja en segundo plano…

Frenada

Cumplen con nota… Los frenos del SLS obtuvieron unas cifras de detención buenas y resistieron bastante bien todas las pruebas de frenada… y eso que nuestra unidad contaba con los frenos de serie. Por 13.872 euros -o sea, lo que cuesta un Ford Fiesta 1.2 de 85 CV nuevo…-, puedes equipar un sistema de discos cerámicos… aunque viendo el resultado de los normales, no merecen la pena a no ser que vayas a rodar habitualmente en circuito.

Qué debes saber de…José M.

Quién es ..Este madrileño de 26 años es uno de los mejores pilotos de copas de promoción de Madrid. Acaba de ganar la Copa Clio y la Mini Challenge, y fue el compañero de equipo de Jorge Lorenzo en las dos carreras que el campeón de Moto GP disputó con el Abarth 500 -‘Mano a mano’ del número 123 de Autofácil-.

Su palmarés… Debutó en kárting en 2003; en 2005, fue campeón de Madrid de Slalom y de Montaña con un Opel Kadett GSI; logró el subcampeonato de la Copa Hyundai Getz en 2007… y, en 2010, ha ganado la Copa Clio y la Mini Challenge.

Curiosidades… José M. no tiene coche particular desde hace tres años: todo su dinero lo ha invertido en las carreras. Es repartidor de prensa, y a diario cubre la ruta Madrid-Alicante. En 2011, participará en la Mini Challenge y en las Copas Clio Nacional y Europea.

Su llave es como la de cualquier otro Mercedes… sin embargo, cuando pulso el botón que desbloquea el cierre centralizado, observo cómo ‘brota’ una manecilla de la parte inferior de las puertas del SLS; me agacho ligeramente y tiro de ella hacia arriba, sin mucho esfuerzo… pero llamando la atención de todo el que pasa a mi lado.

Precisamente eso, llamar la atención, es una de las especialidades de este deportivo; ni siquiera en este elegante color negro, el SLS consigue librarse de cámaras y móviles disparando fotos.

Y es que, aparte de las mencionadas puertas, el Mercedes es como un imán para la vista, con su impresionante calandra delantera con esa gigantesca estrella -también inspirada en la de su antecesor-, sus llantas de 19″ delante y 20″ detrás, su anchísima parte posterior culminada por dos grandes salidas de escape, la enorme distancia que hay entre sus ejes… o lo ‘cerquita’ que queda la carrocería del suelo.

Al interior se accede de forma un tanto peculiar: en vez de entrar con una pierna por delante como en la mayoría de los coches, aquí lo mejor es, primero, apoyar el trasero en el asiento para, luego, levantar las piernas y superar el ancho umbral inferior de la puerta.

Cuando estés sentado ‘a ras de suelo’ te darás cuenta de que la puerta continúa abierta… y que ¡no consigues alcanzar su agarradero para cerrarla!

No hay ningún sistema eléctrico que lo haga por ti -supondría un incremento de peso-, así que no te quedará más remedio que medio incorporarte para tirar de ella hacia abajo hasta cerrarla.

Como he comentado, la postura al volante es bajísima, con las piernas muy estiradas, y muy cómoda.

La visibilidad hacia delante no es mala, la única pega es tratar de averiguar dónde acaba el alargado morro del SLS; afortunadamente, el control de párking delantero supone una gran ayuda.

Si eres un poco alto, el interior te parecerá algo claustrofóbico: sólo tiene dos plazas y la altura es justa -el techo tiene un rebaje debido al sistema de las puertas-.

Lo que no admite crítica es la calidad interior, con un salpicadero forrado en cuero -de serie, en color negro, aunque puedes elegir el que quieras desde 3.651 euros-, unos ajustes perfectos, mandos y botones de tacto sólido y preciso…

El diseño del salpicadero es muy sencillo: lo más destacable son las llamativas salidas de aire redondas, la preciosa instrumentación y la gran consola central metalizada en la que, además de los tradicionales mandos del climatizador o la radio, destaca una pequeña palanca en forma de T, que sirve para accionar el cambio automático.

Junto a ella hay una pequeña rueda con la que se puede elegir el modo de funcionamiento de dicho cambio -desde uno completamente automático hasta otro en el que el conductor cambia de forma manual desde unas levas tras el volante-.

Detrás de esta rueda se encuentra el botón que estoy deseando pulsar desde que he entrado en el coche: el de arranque. Al accionarlo, un bramido atronador procedente del escape lo inunda todo, aunque luego se estabiliza en forma de sonido ‘ronco’ y grave.

Quien ‘habla’ no es un motor cualquiera: se trata del ocho cilindros atmosférico más potente del mercado: 571 CV. Con dicha potencia y una cilindrada de 6.2 litros, esperaba una respuesta brutal con sólo acariciar el acelerador… pero el SLS echa a andar con suavidad y de forma progresiva.

Sin embargo, en cuanto piso el acelerador a fondo, ‘se despierta’ y sale disparado hacia adelante como pocos, muy pocos coches en el mercado lo hacen.

Y eso no es todo: a partir de 5.000 rpm y hasta las 7.000 el motor proporciona un empujón ‘extra’ final que te sobrecoge, de esos que tras bajarte del coche recuerdas durante semanas.

La marca dice que este Mercedes acelera de 0 a 100 km/h en 3,8 seg… y yo me lo creo por completo. Una de las ‘culpables’ de esa sensación de aceleración contínua que proporciona el SLS es, sin duda, su caja automática; es tan rápida que, a veces, resulta incluso brusca cuando efectúa el cambio de marcha.

En cuanto al chasis, el SLS es un deportivo ‘a la vieja usanza’: motor delantero, propulsión trasera… y una excelente suspensión que, a pesar de ser muy firme -se nota porque la carrocería apenas se mueve en las curvas-, no resulta demasiado seca ni incómoda.

Por comportamiento, este modelo es más bien un ‘gran turismo’ que un deportivo radical; de esta forma, se encuentra a gusto en autopista -donde destaca por aplomo y porque apenas transmite sensación de velocidad- y en zonas lentas… siempre que tengan asfalto en buen estado y anchas curvas.

En este último ‘escenario’, este coupé entra con rapidez en los giros sin que el enorme morro apenas deslice y es muy fácil llevarlo deprisa de una forma segura. La dirección ofrece un tacto durito y resulta precisa… aunque sería perfecta si transmitiese mejor lo que sucede bajo las ruedas delanteras.

Pero, ¿qué ocurre si intentas ‘ir al ataque’ y buscar sus límites en un puerto de montaña? Entonces, el SLS se vuelve delicado… por el simple hecho de que toda la potencia se transmite al eje trasero que, además, va dotado de un autoblocante para que no se ‘desperdicie’ ni un caballo.

Mientras llevas el ESP conectado, no hay problema: cada vez que te sobrepasas con el acelerador a la salida de una curva, este sistema corta de raíz cualquier derrapaje… pero, si decides desconectarlo, el SLS reacciona con violencia, obligándote a contravolantear y a dosificar con finura el acelerador para controlarlo.

¿Conclusión? Deja conectado el ESP… a menos que ruedes en un circuito.

No es hasta el final de la prueba cuando me doy cuenta de lo que ha hecho Mercedes con este deportivo: es tan potente como sus rivales, va muy equipado y su diseño pasará a la historia. Todo eso justifica un precio de… 210.900-; cuesta más que un Porsche 911 Turbo S de 530 CV -194.442e- pero menos que un Ferrai 458 Italia de 590 CV -219.945e-.

Dentro de los súper coches, el SLS es una muy buena alternativa: es tan rápido como sus mejores rivales -se llamen Porsche o Ferrari-, tiene un sonido impresionante… y no le falta la calidad e imagen típica de los Mercedes. Eso sí, exprimir todo lo que ofrece no está al alcance de cualquiera: por un lado, porque sale muy caro -eso le hace muy exclusivo-; por otro, porque es un deportivo como los de antes: exigente, excitante… y capaz de intimidar a quien se ponga al volante.

Qué lleva de serie …ABS, ESP, seis airbags, dirección asistida, climatizador bizona, ordenador de a bordo, cierre centralizado con mando a distancia, llantas de 19″ -delante- y 20» -detrás-, navegador, radio CD, control de velocidad, suspensión deportiva, faros bixenón adaptativos, sensor de luz y de lluvia, tapicería de cuero negra… OPCIONES: Asientos tipo bacquet (4.818 euros), inserciones interiores -asientos, salpicadero…- en fibra de carbono (desde 7.301), equipo de audio Bang&Olufsen (7.832), cubierta para el motor en fibra de carbono (5.841), extintor (175), funda para la carrocería (408)…

Sus antecesores…Antes del SLS, Mercedes vendió dos deportivos cuyo principal ‘rasgo de identidad’ eran sus originales puertas. El primero fue el 300 SL de 1954, que con su motor de seis cilindros en línea, 3.0 litros y 215 CV, alcanzaba los 260 km/h; en aquella época costaba 30.000-. El segundo fue el McLaren Mercedes SLR, que llegó en 2003: tenía puertas de apertura en élitro -que pivotaban sobre el marco del parabrisas- y un motor 5.4 V8 de 626 CV que alcanzaba los 334 km/h y pasaba de 0 a 100 en 3,8 segundos; eso sí, era muy caro: valía 489.728e.

Lo habrá sin techo…Se llamará roadster, llegará a finales de año, tendrá un techo de lona eléctrico… y puertas convencionales. En principio, compartirá motor con el coupé y su precio será prácticamente idéntico.