Segeún REGV, el crecimiento de las ventas entre particulares en los últimos años ha provocado que muchos vendedores profesionales prescindan de los gastos de mantener un local y se hagan pasar por usuarios que venden su coche de un particular a otro. Ahora, con la subida del IVA, REGV cree que estos vendedores piratas tendrán un nuevo incentivo para inclinarse por la actividad fraudulenta, ya que las ventas entre particulares están exentas de IVA y sólo pagan el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (que es de un 4 %).
Comprarle un vehículo a un vendedor pirata es delito, ya que el cliente está intentando evadir impuestos, y además no dispondrá de una garantía por la que el vendedor tenga que responder si el coche resulta tener problemas. Tampoco habrá un contrato ni una factura. Otro de los problemas es que se desconoce la procedencia del vehículo, pudiendo haber sido robado o haberle sido manipulados elementos como el cuentakilómetros. En estos momentos, esta práctica se lleva un 15 % de las ventas de usados, y REGV teme que aumente más de un 20 % con la subida del IVA.
El director técnico de REGV, Mariano Asunción, ha querido aclarar que, a pesar de lanzar este aviso, «no estamos en contra de la venta de coches entre particulares, que suponen el 60% de las ventas de V.O. en nuestro país. No obstante, este sector requiere un control y una vigilancia especiales en su garantía mecánica». En la actualidad, la ley exige a los profesionales de la venta de usados que ofrezcan un mínimo de un año de garantía.
