Ahora es la Asociación Médica Británica (BMA) la que ha pedido al Gobierno de David Cameron que estudie la posibilidad de prohibir el consumo de tabaco en los coches, pero no por las distracciones, sino por los riesgos para la salud. Según esta asociación, el humo del tabaco en el interior de un coche es hasta 23 veces más nocivo que en un bar o en cualquier otro entorno cerrado, a lo que hay que sumar el cóctel químico que crea en combinación con el resto de productos químicos que se encuentran en el interior de un coche. Como suele ocurrir, los niños y los ancianos son los que más sufren las consecuencias.
Por el momento, el primer ministro británico no está muy por la labor de prohibir el consumo de tabaco en los coches particulares, a pesar de las recomendaciones de la asociación de médicos. La directora de la Actividades Profesionales de este organismo, Vivienne Nathanson, considera que el coche es el principal campo de batalla para salvaguardar la salud de los más pequeños: «en los vehículos es donde los niños siguen absorbiendo hoy por hoy grandes cantidades de productos contaminantes que pueden afectar en edades tempranas a sus sistemas inmunitarios».
Al margen de los aspectos relacionados con la salud, algunas asociaciones antitabaco de nuestro país han criticado, en más de una ocasión, que los atestados de la Guardia Civil no contengan un espacio para especificar si en un accidente se han encontrado colillas en el coche o signos que evidencien una posible distracción relacionada con el tabaco.
Sea como sea, estas presiones del Reino Unido podrían alentar nuevas políticas encaminadas a eliminar el consumo de tabaco de los coches, ¿qué piensas tú al respecto? Déjanos tus comentarios.
