En esta entrada tienes la primera parte de la prueba del Cupra Formentor 2.0 TSI 150 4Drive. A continuación, analizamos cómo es su interior y, en esta otra entrada, tienes la prueba en marcha.
Si empezamos por el puesto de conducción del Cupra Formentor, nos encontramos con un salpicadero muy similar al que tiene el Seat León, tanto por diseño como por la calidad de los materiales empleados. Gracias a ello, nos encontramos con cosas que nos gustan mucho, como una postura al volante muy buena que se obtienen con suma facilidad, unos asientos muy cómodos y de muy buena sujeción, la iluminación ambiental o una instrumentación digital configurable que ofrece mucha información y de una manera muy clara.

Sin embargo, también hay otras que no nos terminan de convencer, como la desaparición de los clásicos botones del climatizador por otros táctiles ubicados bajo la pantalla central para la regulación de temperatura o la necesidad de tener que pasar, sí o sí, por la dichosa pantalla para ajustar cualquier otro parámetro.
No es que la pantalla sea lenta o esté mal pensada desde el punto de vista de la disposición de los menús. Es, simplemente, que tener que manipular una pantalla siempre distrae mucho más que actuar directamente sobre unos clásicos mandos. Además, esos mandos táctiles de la temperatura están sin iluminar, de manera que, de noche, no se ven. Algo similar ocurre con la radio, pese a que cuenta con un botón táctil para regular el volumen, además de los clásicos mandos del volante.
A través de la pantalla también se puede actuar sobre otras cosas importantes y habituales, como la selección de los modos de conducción o funciones que algunos siempre queremos desconectar porque nos molestan, como el control de cambio de carril o el Stop&Start.
En cuanto a calidad, encontramos plásticos mullidos y agradables en la parte superior del salpicadero y otros más duros en las zonas menos vistas, como en cualquier modelo actual. Se abusa un poco de los plásticos en negro piano, un material que resulta muy elegante de primeras… pero que, en la práctica, jamás verás limpio: siempre verás marcadas huellas digitales o polvo.
Así son las plazas traseras del Cupra Formentor
En cuanto a espacio en las plazas traseras, y pese a la forma deportiva de la carrocería, el Cupra Formentor es un modelo bastante amplio, sobre todo por espacio para las piernas y altura disponible. En estos aspectos está incluso por encima del Seat Ateca, y se coloca también un punto por encima de la media de su segmento.
Sin embargo, las plazas traseras son estrechas, de manera que tres adultos no podrán viajar con mucha comodidad. En la consola central encontramos un mando para regular la temperatura de las plazas traseras de modo independiente (es de serie) con sus correspondientes tomas de aire y dos tomas de tipo USB-C. Eso está muy bien, pero también es cierto que resulta un tanto voluminosa. Además, y como es habitual, esa zona central del asiento sujeta poco y es más dura, detalles que terminan por dejar al Formentor como un muy buen coche para cuatro adultos, o para cinco personas siempre que los ocupantes traseros sean más bien menuditos.
Así es el maletero del Cupra Formentor
El maletero del Cupra Formentor varía en función de la mecánica empleada y de si tiene tracción total o no. Se mueve entre los 345 y los 450 litros. Esta versión 2.0 TDI de tracción total tiene un maletero de 420 litros. No es mucho. De hecho, la media de este segmento es de unos 500 litros. Por tanto, desde el punto de vista más ‘familiar’, el maletero es la asignatura pendiente del Cupra Formentor.
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