Es un recién llegado, pero el Leapmotor C10 ya tiene, además de la versión eléctrica que ya conocíamos, una variante eléctrica de autonomía extendida. Por si no lo sabes, te hemos explicado en este artículo lo que es un eléctrico de autonomía extendida.
Bien, asumiendo que ya controlas qué es un REEV a partir de ese artículo, voy a proceder a explicarte primero cómo es el Leapmotor C10 REEV y, después, a contarte cómo va.

Pues bajo la carrocería del Leapmotor C10 hay un motor eléctrico de 215 CV ubicado en el eje trasero. Es el que impulsa las ruedas. La batería es de 28,4 kWh, encastrada entre los dos ejes. Y bajo el capó delantero hay un propulsor 1.5 de gasolina de 88 CV que no impulsa las ruedas y que no se acopla a ninguna transmisión.
La función de ese bloque de gasolina es generar electricidad tanto para alimentar la batería como el propio motor eléctrico. Es decir, esto es un coche eléctrico, pero con un truquito.

Prestacionalmente hay un rendimiento que es el esperable de una motorización de 215 CV. Acelera de 0 a 100 km/h en 8,5 segundos y puede alcanzar 170 km/h limitados electrónicamente.
¿Qué es lo que sucede aquí? Mientras haya batería, no hay problema. Sin embargo, cuando esta se agota las prestaciones quedan selectivamente limitadas. Una vez que no hay carga en la batería, no siempre el generador de gasolina genera toda la energía necesaria para proveer de 215 CV al motor eléctrico, aunque hay veces que sí.
Pero bueno, a fin de cuentas el Leapmotor C10 REEV es un coche para conducir tranquilo. Es ahí donde explotan sus virtudes. Con la batería de 28,4 kWh de capacidad homologa 145 km de autonomía que en uso real resultan bastante cercanos.

Por otra parte, una vez que el motor de gasolina se tiene que poner a currar, el consumo de combustible es bajo. En función del recorrido, entre 6,5 y 8,0 L/100 km. Y la sonoridad que ofrece, lejos de ser agradable al no haber transmisión, no llega con demasiada insolencia al habitáculo. Hay una correcta insonorización.
La virtud del Leapmotor C10 REEV es que es un coche eléctrico para distancias cortas y uno de gasolina para las largas. Tendrías razón si dijeras que eso ya lo hacía un híbrido enchufable, pero el C10 REEV dispone de mejor autonomía eléctrica.
Aunque, siendo honestos, aunque el Leapmotor C10 REEV se considera un coche eléctrico porque es el propulsor eléctrico el que impulsa las ruedas, lo más preciso sería decir que es un híbrido enchufable.
Por cierto, tiene muy buen precio: 33.724 euros con acabado Style, misma tarifa que para el C10 puramente eléctrico. La carrocería es la misma, con 4,74 metros de largo, 1,90 metros de ancho y 1,68 metros de alto. Eso sí, dispone de un maletero sensiblemente menor: 400 litros. Aunque bien aprovechados.
En términos generales, el Leapmotor C10 REEV es un coche cómodo, aunque francamente a nivel de chasis tiene ciertas cualidades atractivas de cara a una conducción dinámica. Es relativamente ágil y pisa bien. Sin embargo, el motor no acompaña porque cuando no hay batería, hay poco rendimiento.

Pero volvemos a lo de antes: este coche no es para ir rápido, sino más bien para desplazarte de forma cómoda no gastando demasiado dinero. Y al precio que tiene, es verdad que no hay rival que ofrezca lo mismo.
Claro que luego hay cosas que irritan un poco, como que todo sea táctil o que el software multimedia sea algo lento y lioso en según qué menús. Ahora bien, por calidad de materiales está muy bien. «Esto no está peor hecho que un Mercedes de gama media» comentamos dentro del coche. Y es verdad.
¿Es este Leapmotor C10 REEV un coche comprable? Bueno, si atendemos a lo que ofrece por su precio, desde luego que sí. Un interior lo bastante espacioso, un diseño que mola, calidades notablemente altas y 145 km de autonomía eléctrica.

Cierto es que, más allá de eso, flaquea en algunos apartados, como la ergonomía interior (no hay mandos físicos, la pantalla central es un poco lío y desconectar los ADAS requiere un ratito enredando en sus menús) o las prestaciones del motor una vez la batería está sin carga.
Pero bueno, no existe el coche perfecto. Y el Leapmotor C10 REEV no lo es, si bien debo decir que me ha sorprendido gratamente. Personalmente, creo que preferiría un híbrido enchufable tradicional porque el conjunto motor térmico-eléctrico unido a una transmisión me gusta más, pero sé reconocer que un eléctrico de autonomía extendida es muy buena solución para muchos conductores que no otorguen tanta importancia al apartado dinámico.
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