Prueba del Yamaha Grizzly 700 EPS SE: El quad multifaceta

Cuando comenté en casa que me iba a Barcelona a probar un quad o ATV, la frase que escuché fue la que siempre oigo cuando pruebo este tipo de vehículos: “Pablo, ten cuidado, que los quads tienen mucho peligro”. Se trata de una frase que hace años tenía todo el sentido del mundo, pero que hoy en día considero que ya no refleja la realidad. Y con esto no quiero decir que los ATV no puedan ser peligrosos (como cualquier vehículo a motor), pero la evolución que han experimentado en los últimos años en cuanto a respuesta de sus motores, reparto de pesos, suspensiones y chasis hace que sean mucho más seguros, estables y utilizables para cualquier tipo de público.

El ATV que voy a probar hoy es el Grizzly 700 EPS SE. Y, sinceramente, dentro de la actual gama de Yamaha es el modelo que me compraría. ¿Y eso por qué? Porque es el vehículo que guarda mejor compromiso entre deportividad, comodidad para hacer largas travesías y practicidad de uso.

Yamaha Grizzly: Un ATV muy versátil

He viajado hasta Villassar de Dalt, en Barcelona para recoger el Yamaha el Grizzly 700 EPS SE y emprender una ruta de unas cuatro horas de duración por el Parque de la Cordillera Litoral. Se trata de una zona montañosa que combina pistas en buen estado rodeadas de los típicos bosques mediterráneos, con una orografía repleta de desniveles.

Lo primero que me llama la atención cuando me entregan el Grizzly es su robusto diseño. Tiene una imagen tan llamativa que incluso en parado te da la sensación de que te está diciendo: “Eh, cuidadito, que estoy aquí”. Por delante destacan sus grandes faros redondos LED, el cabrestante Warn VRX 25, que en esta versión SE viene de serie y resulta ideal para salir de una zona muy complicada por nuestros propios medios, o la parrilla delantera, en la que podemos transportar hasta 50 kilos de peso.

Si nos vamos a la vista lateral, los enormes neumáticos Maxxis Zilla, montados sobre llantas de aluminio, le confieren una imagen muy todoterreno. Pese a su altura de 1,25 metros, resulta curiosa su longitud total de 2,07 metros, lo que le confiere un aspecto compacto pero bien proporcionado. En la trasera, nos encontramos otra parrilla con una capacidad de 90 kilos, así como los pilotos LED perfectamente integrados. Como nota práctica, el Yamaha Grizzly 700 EPS SE dispone de bola de remolque capaz de remolcar hasta 600 kilos.

Hora de ponerse en marcha con el Yamaha Grizzly

Vestido con mi equipación de O’Neal, me subo al Grizzly 700 EPS SE y lo pongo en marcha. El funcionamiento al ralentí del motor monocilindrico de 686 centímetros cúbicos es redondo, sin ningún tipo de aspereza. Tiene una finura que se nota perfectamente solo con permanecer un instante a su lado y quedarse escuchando, pero cuando le pegas un par de toques al gatillo del gas, el sonido suave y aterciopelado se vuelve ronco, y parece que el Grizzly te está pidiendo que selecciones la H en su caja de cambios automática de variador continuo y te pongas en marcha, algo que desde luego pienso hacer ya mismo.

Los primeros kilómetros los hago por ciudad, donde, pese a su concepción campera, el Grizzly se desenvuelve de manera eficaz. El radio de giro es bueno y, gracias a su dirección asistida, el manillar se mueve con facilidad, sin apenas esfuerzos. Los frenos ofrecen buen tacto, y detienen el quad con suavidad a la mínima insinuación que hagamos en la maneta. Parte de que el sistema de freno ofrezca este tacto tan exquisito es debida a que cuenta con frenos de disco en cada una de sus ruedas.

Otro aspecto que resulta destacable de esta máquina es su tamaño, ya que sus contenidas formas hacen que realizar cualquier tipo de maniobra resulte sencillo. Además, dispone de marcha atrás, lo que nos da un plus de confianza en un vehículo de corte tan todoterrenero.

Busca las cosquillas al Yamaha Grizzly y acabarás riéndote

Abandono la zona urbana donde he comprobado que el Grizzly 700 EPS SE resulta perfecto para moverse a diario sin ningún tipo de problema, para adentrarme en un camino de tierra. Los primeros kilómetros los hago en tracción trasera (se puede elegir también entre tracción total y, además, bloquear el diferencial), y entre la buena puesta a punto de sus chasis y el excelente reparto de peso hacen que la forma de avanzar cada vez que abrimos gas sea sorprendentemente elegante, con una capacidad de tracción asombrosa y sin apenas perder tacto en el tren delantero.

Las suspensiones del Yamaha Grizzly 700 EPS SE son independientes en las cuatro ruedas, con amortiguadores y muelles coaxiales, muelles que en el tren trasero son de dureza variable.

Eso sí, si le provocamos y jugamos un poquito con el gas y los pesos, el Grizzly nos regalará unas preciosas deslizadas de su tren trasero con una seguridad pasmosa y sin apenas esfuerzo. Y es que la respuesta instantánea del motor y la entrega de par desde bajas vueltas hacen que sea una auténtica delicia acariciar el gatillo con el dedo y que se desate la tormenta sin mojarte o que salga un sol espléndido sin quemarte. Todo eso lo tienes al alcance de tu dedo gordo.

Después de pegarme unos cuantos kilómetros en modo dakariano, decido hacer los siguientes “por el sitio”, sin que el Grizzly demuestre su faceta más deportiva. Para ello, conecto la tracción total desde el mando situado en el lado derecho del manillar. Si en tracción trasera el Grizzly tiene una capacidad motriz muy buena, lo de ahora es impresionante. Puedes acelerar a tope y que toda la fuerza se transmita al suelo sin la mínima perdida de tracción. Es increíble. Este modo resulta ideal si queremos ir tranquilamente, sin sustos, por un terreno irregular. 

Para terminar de poner a prueba Yamaha el Grizzly 700 EPS SE, durante la ruta me encuentro una zona estrecha, con el camino totalmente destrozado y unas zanjas bastante profundas. Decido poner la reductora colocando la palanca del cambio en posición L y bloquear el diferencial. Para hacerlo aún más emocionante, opto por meterme por la zona más complicada, sin esquivar las zanjas, por lo que el Grizzly comienza a retorcerse con maestría, haciendo que las suspensiones, independientes, en todo momento mantengan el contacto con el suelo, por lo que ganamos, primero, en seguridad y, segundo, en capacidad de tracción. Es una auténtica gozada meterse por las zonas más complicadas de la peor manera posible y que este ATV sea capaz de pasarlas como si fuera un auténtico tractor, y que el conductor tenga apenas que realizar ningún esfuerzo. 

Yamaha Grizzly 700 EPS SE: Conclusiones

Después de cuatro horas, me reafirmo en dos cosas. Lo primero es que en los ATVs o quads, en general, nada tienen que ver los modelos actuales de fabricantes reconocidos con lo que se vendía hace años. Las mejoras son tan importantes que por momentos te olvidas de que vas subido en uno de ellos. Y lo segundo es que la faceta deportiva, de ocio y funcional de este Yamaha el Grizzly 700 EPS SE es perfecta para mí, y creo que para la mayoría de los clientes que buscan un ATV para cualquier momento y necesidad. Así que voy a ver si junto unos euros, y me hago con uno.