Isuzu D-Max 3.0 TD vs Toyota Hilux 3.0 D-4D vs Nissan Navara 2.5 dCi

Entre ellas destacan el Isuzu D-Max (163 CV) y la versión más potente del Toyota Hilux (171 CV). Ambos compiten con el más fuerte del segmento, el Nissan Navara (171 CV). Entre los tres suman 505 caballos, a los que en esta foto acompañan otros ocho, pero de cuatro patas.Quien abrió el melón de los pick up de lujo y con prestaciones fue Nissan con el Navara, pero por el camino le han salido competidores de muy diverso tipo. Además, hasta hace muy pocos meses era la única marca cuya gama alta era capaz de ofrecer no sólo calidad de acabados y equipamiento de lujo, sino también unas mecánicas modernas y muy dinámicas.

Al resto de competidores le ha costado algunos meses más alcanzar semejante nivel de oferta, pero, salvados algunos problemas técnicos como la Euro IV, ahora estamos en situación de poder elegir entre un elenco de candidatos más que cualificados.

Carrocería
D-Max 7 ptos. Hilux 7 Navara 7

Isuzu, además de estrenar su segundo restyling, hace lo propio con el nombre. Así, el Rodeo desde ahora se denomina D-Max. Vertiginoso es el ritmo de novedades que está manteniendo la marca durante los últimos meses. El primer restyling del Rodeo apareció al año de su presentación, y esta reciente puesta al día ha sido más corta que la anterior.

En el exterior, además de las pegatinas con el nuevo nombre, distinguimos una nueva parrilla delantera y unos antiniebla ahora redondos, mientras que las llantas mejoran su aerodinámica. La zaga es la que aporta el mayor cambio, con la incorporación de un nuevo paragolpes integrado.

El Hilux 2007 disfruta de tres nuevos colores de carrocería, mientras que el frontal incorpora faros antiniebla redondos integrados en el paragolpes, y el capó se distingue por el abultamiento de la toma de aire del intercooler de la nueva mecánica. En la versión probada, la VXL (tope de gama), llama la atención la presencia de cromados, incluso en calandra, retrovisores y manetas. Tampoco sus llantas, de 16 pulgadas, pasan inadvertidas.

El Navara se mantiene como referente absoluto desde que nació. En su primer año completo de comercialización (2006), se convierte en el pick up más vendido en toda Europa (46.000 unidades) y líder indiscutible de ventas en España. Desde su presentación, no ha recibido ningún tipo de restyling que modifique su deportivo diseño.

Habitáculo
D-Max 7 ptos. Hilux 7,5 Navara 8

El concepto pick up siempre ha tenido como talón de Aquiles el espacio dedicado a las plazas traseras. Esto, en algunos nuevos modelos, es ya historia, pero en el Isuzu aún sigue siendo caballo de batalla. Así, las plazas delanteras ofrecen una buena amplitud, pero la banqueta peca de corta.

Atrás el espacio está muy comprometido, y no es tan generoso como el de sus competidores. Además, el acceso continúa siendo estrecho. En cuanto a diseño, hay importantes novedades, no sólo porque la calidad de los plásticos y de los ajustes ha mejorado, sino también por el gusto. Destaca, en las versiones LS, el navegador, así como un equipamiento de serie más generoso.

Por su parte, Toyota, más que por el diseño, ha apostado por la calidad, sobre todo la percibida. Las plazas son de generosas proporciones para su concepto pick up y las banquetas de un excelente confort. En cuanto a equipamientos, la versión VX está correctamente dotada, pero es la terminación VXL la que puede incorporar opciones como el navegador.

Por su parte, el Navara, como en otras ocasiones ya hemos mencionado, calca a su primo el Pathfinder. Así, el nivel de equipamiento que ofrece, desde su nacimiento, ha sido la envidia de todos. A éstos les ha costado mucho llegar a su altura, y así fue el primer pick up del mercado en ofrecer navegador por DVD. Además, su línea de accesorios y personalización sigue siendo también referencia.

Con respecto a la habitabilidad, ésta es también generosa como en el Hilux, ambos están en el entorno de los 5,20 metros de largo, y destaca por el excelente acceso que ofrece a las plazas traseras a través de sus anchas puertas.

Motor
D-Max 7,5 Hilux 8,5 Navara 8,5

En el apartado mecánico, el líder indiscutible hasta hoy y referente a imitar ha sido el Nissan Navara. Su revolucionario motor de 2,5 litros de 171 CV fue un auténtico revulsivo para el mercado, que dejó de un día para otro completamente obsoleta a la competencia.

El último en incorporarse al club de los caballos ha sido el Isuzu D-Max. Al igual que le sucediera a Toyota con las primeras unidades del Hilux, la superación de la restrictiva Euro IV ha sido todo un calvario tecnológico y de inversiones que ha habido que vencer para alcanzar, que no superar, el nivel de prestaciones del referente: el Nissan Navara.

Isuzu es toda una eminencia mundial en la fabricación de motores diésel (de los 1,0 litros a los de barco). En el D-Max ha apostado por la inyección directa de última generación con conducto único, turbocompresor de geometría variable e intercooler. La potencia se eleva hasta los 120 kW (163 CV) a 3.600 vueltas, con un par máximo de 360 Nm entre 1.800 y 2.800 vueltas.

Por su parte, Toyota, con un bloque de cuatro cilindros y tres litros de cilindrada, es capaz de erogar hasta los 171 CV. Pero lo más significativo de este motor, también de conducto único, es su funcionamiento en baja. Así, disponemos de 343 Nm de par máximo desde prácticamente el inicio de funcionamiento: tan sólo 1.400 revoluciones. El 100% de esta cifra está disponible hasta las 3.400 vueltas. Esperar el trabajo realizado por los ingenieros nipones ha merecido la pena, pese a demorarse un poco más de tiempo del deseable.

Transmisión
D-Max 7 ptos. Hilux 7 Navara 7

En los tres casos contamos con el mismo esquema: 4×2 para asfalto, 4×4 conectable para caminos, y reductora. Uno de los apartados que más está necesitando revisión en el segmento pick up es éste. El nivel de prestaciones alcanzado está exigiendo una urgente actualización de la oferta tecnológica.

En este caso, un cuarto en discordia, el Mitsubishi L200, es el único que ofrece tracción permanente en asfalto y electrónica de la conducción, que en ninguno de estos tres casos, salvo por el ABS, está presente. En cuanto a lo presente, en los Isuzu y Nissan el paso de 4×2 a 4×4 y reductoras se gobierna mediante un interruptor.

El Hilux sigue apostando por la veterana palanca mecánica, menos cómoda pero más fiable. También es verdad que el toque «camioneta» de sus dos selectores es lo único que le distancia de sus competidores.

También en los tres casos, en función del nivel de equipamiento, se puede contar con cambio automático opcional. Aún no existe un consenso claro sobre si se montan cajas de cinco o seis velocidades para estos rápidos modelos (cuatro o cinco para los cambios automáticos). Aquí hay todavía mucho que rascar.

Suspensiones
D-Max 7 ptos. Hilux 7 Navara 7

Volvemos al mismo planteamiento de las transmisiones. No es de recibo para el nivel de prestaciones ofrecido, y sobre todo en vehículos de corte lúdico como éstos, un esquema tan descompensado como un eje delantero independiente y eje rígido trasero guiado por ballestas.

Sin duda, esto está pidiendo a gritos, por lo menos, muelles traseros como elementos elásticos; aun a costa de perder algo de capacidad de carga.

De los tres probados, la que más nos ha gustado ha sido la suspensión del Isuzu, todo un ejemplo a seguir de equilibrio. Mientras, Toyota apuesta por un tarado duro que permita sujetar el Hilux, mientras Nissan opta por un término medio.

Tampoco los frenos de tambor traseros resultan hoy la opción más lógica en vehículos de carga.

Por dentro y por fuera

ISUZU D-MAX. El interior ha experimentado una sensible mejora que le aleja del concepto industrial de anteriores versiones. Pese a todo, sigue fallando la insonorización.No es el más cómodo por espacio interior, pero sí por suspensiones. El acceso a las plazas traseras sigue siendo una de las asignaturas pendientes de este vehículo.
Una lámina de acero nervada ejerce de patín delantero. Su protección no llega hasta el cárter. Los brazos inferiores de la suspensión presentan un aspecto muy sólido.Pese a que cuenta con una generosa capacidad de carga, su comportamiento es el mejor en vacío. La defensa y los estribos laterales de la unidad fotografiada son accesorios oficiales más vistosos que prácticos.Estos tres pulsadores permiten elegir entre los diferentes modos de tracción, así como seleccionar el punto muerto de la tránsfer.Este estribo limita el ángulo ventral, aunque facilita la subida al habitáculo.

Toyota Hilux. Es menos nervioso que la anterior generación debido a su aumento de batalla, pero el eje trasero continúa rebotando. Gracias al nuevo motor, las prestaciones resultan espectaculares, aunque no así la motricidad.Las protecciones se prolongan hasta la parte baja del motor. La tránsfer es el elemento más expuesto en los bajos. Unas prácticas faldillas reducen la proyección de piedras de las ruedas traseras.

Toyota hilux. Es menos nervioso que la anterior generación debido a su aumento de batalla, pero el eje trasero continúa rebotando. Gracias al nuevo motor, las prestaciones resultan espectaculares, aunque no así la motricidad.Toyota ha perdido una maravillosa ocasión de montar la caja de cambios de seis velocidades y equipararse al Nissan Navara, mucho más refinado.Los estribos, aunque bien integrados, recogen barro y nieve del camino.

Nissan Navara. Las seis velocidades y la energía de su motor en baja hacen del Navara un vehículo muy dinámico. No entendemos por qué no se ofrece, siquiera en opción, la tracción total permanante desarrollada para el Pathfinder.No hay mucha protección para los elementos mecánicos alojados en los bajos del Navara, pero nada se descuelga por debajo de los travesaños del chasis. En general, su diseño es muy robusto, como demanda el público norteamericano.Un selector nos permite elegir entre los diferentes modos de tracción. A su derecha hay un pulsador que bloquea el diferencial trasero.

Anclados directamente a la carrocería por unas finas pletinas, los estribos son frágiles.Incluso en las versiones básicas, este pick up es el que cuenta con los mejores acabados, herencia directa de su hermano el Pathfinder.Tapicería de cuero y asientos eléctricos son opcionales. Atrás disponemos de suficiente espacio para realizar desplazamientos sin castigar en exceso la espalda.

Cómo va

En pista

Las buenas prestaciones de todas las mecánicas presentes es innegable. Tal y como están las carreteras, hablar de cuál es el pick up más rápido entre radar y radar es poco inteligente. En los tres casos, la velocidad de crucero mantenida puede ser muy alta y sin condicionantes como el peso de la carga o el desnivel de la vía.

En cuanto a las maniobras de adelantamiento en carretera, son prácticamente igual de ágiles en los tres.

En este caso, lo que tiene más que decir es el resbalamiento de los cambios automáticos, que en los tres casos es opcional, ya que la reserva de potencia a bajas revoluciones es abrumadora, sobre todo en el Hilux.

Aún así, debemos decir que en cada uno de los casos, estos pick up tienen su propia personalidad. El Isuzu, más contenido en dimensiones, invita desde el principio a una conducción ágil y sin apenas adaptación. No le ocurre lo mismo a los otros dos modelos.

No sólo por su hercúleo tamaño, sino porque el Hilux, con un puesto de conducción mucho más elevado, ofrece desde su otero una perspectiva del tráfico muy distinta que el Nissan, con un puesto de conducción más próximo al de un turismo.

Así, el primero, si bien nos permite anticipar las situaciones de tráfico, también aporta, inicialmente, más sensaciones de vértigo. Por su parte, el Navara, con un punto de vista más bajo, y también de sensación, está más próximo a lo acostumbrado.

En campo, el más cómodo de todos es el Isuzu. Su equilibrada suspensión siempre ha sido la que más nos ha gustado, por la facilidad que tiene para leer el terreno y no transmitirlo por entero a los ocupantes.

Aunque no hay que engañarse; un paseo por el campo en las plazas traseras de estos tres pick up no es ningún regalito. El duro y descompensado eje trasero se encargará de recordarnos todo el camino que sólo somos invitados ocasionales. Sí que es verdad que en carretera en buen estado en el Hilux y el Navara el confort es más que aceptable, y en el D-Max sólo aceptable.

De los vehículos probados, dos eran automáticos, mientras que el Toyota era manual. En los dos primeros casos, el cambio se llena de sobra con la potencia de la mecánica, y sólo el alargado desarrollo final y el patinamiento del variador son aspectos a pulir. En cuanto al cambio manual del Toyota, la verdad es que el tacto industrial sigue siendo demasiado evidente, con una palanca demasiado grande y recorridos largos.

En campo

El tamaño del Isuzu D-Max vuelve a marcar la diferencia entre sus competidores. No vamos a descubrir a estas alturas que un pick up no es un 4×4 diseñado precisamente para meterse en líos de trialeras o pasos angostos, pero en los tres casos se defienden bastante bien.

Primero, por la excelente respuesta de la mecánica al primer toque de gas, que nos permite poder pasar tan deprisa como necesitemos, pero también tan despacio como debamos. Así, el Isuzu, debido a su menor tamaño, consigue una mayor agilidad sin complicarse en maniobras en zonas estrechas, mientras que el Toyota Hilux, con la mejor altura libre y una reductora de camión, es el que más y mejor está adaptado a las situaciones comprometidas.

La tradición de Toyota y del legendario Hilux ha sabido perdurar pese a los 5,20 metros de longitud. El que peor compromiso tiene con el off road intensivo es el Navara. Con un ángulo de giro poco generoso y una altura libre también poco proporcionada, si no somos previsores o no tenemos mucha habilidad será el primero en protestar o en ponernos en apuros.

En los tres casos, el paso ventral de las estriberas laterales será lo primero que limite nuestras andanzas.

El que mejor resuelve a priori es el Hilux, por la mayor altura libre comentada. Pero en el caso del D-Max, si no nos hemos vuelto locos con la línea de accesorios de la boutique y no hemos colocado estriberas, estaremos con ventaja. Caso contrario, iremos arrastrando estos accesorios por todos los lados.

La defensa delantera no está bien pensada y queda prácticamente al aire, de forma que en una enganchada marcha atrás seguro que la arrancamos de cuajo al primer intento.

El paso de 4×2 a 4×4 y reductoras en el Isuzu y en el Nissan se hacen mediante selectores eléctricos, que permiten cambiar de tracción trasera a total con rapidez y sin detenernos.Para el paso a reductoras la situación se invierte y preferimos la robusta pero siempre clara palanca mecánica del Toyota.

Con el cambio automático es muy importante que éste se encuentre en neutro, pues nos pasaremos los minutos esperando que ocurra algo, casi siempre cuando cambiamos de cortas a largas, un proceso lento y casi siempre errático. Sin embargo, en el Hilux notaremos cómo el empujón sobre la palanca ejerce un trabajo y nos quedará claro que lo estamos haciendo bien. En cuanto a las reductoras, sin duda preferimos la del Hilux.

La menor longitud total del Isuzu se traduce en la caja de carga más contenida, si bien es la mejor acabada, con revestimiento de serie en las versiones más potentes. Los raíles de anclaje del Navara son opcionales.

Hasta hace pocos años, debíamos conformarnos con 100 CV bajo el capó de los pick up. Hoy disponemos de modelos en torno a 140 CV e incluso en torno a los 170, como los protagonistas de esta comparativa.

La unidad del Isuzu D-Max probada en esta comparativa montaba Bridgestone Dueler H/T 689 en medida 245/70-16 (la de mayor perfil de las comparadas). El Toyota Hilux recurría a unas Pirelli Scorpion STR 255/65-16. Por su parte, el Nissan Navara equipaba Goodyear Wrangler HP, también en medida 255/65-17. Las mejor adaptadas al campo son estas últimas, con anchos canales y un compuesto más blando.

Los Rivales/Nuevas categorías

Dentro del segmento pick up, estamos asistiendo al nacimiento de nuevas categorías. Hace unos años, todos los modelos del mercado rondaban los 100 CV. Actualmente, siguen existiendo vehículos en torno a esta potencia (Isuzu D-Max 2.5, Tata TL y Mahindra Bolero), pero hay otros que se sitúan entre 115 y 140 CV (Ford Ranger, Mazda BT-50, Mahindra Pik Up, Nissan Pick Up, Santana Aníbal, Land Rover Defender, SsangYong Actyon Sports, Toyota Hilux 2.5 y Mitsubishi L200) y, finalmente, los de mayores prestaciones, con potencias alrededor de los 170 CV (los comparados en estas páginas). Para quien desee un pick up aún más exclusivo, siempre puede recurrir a los Hummer H2 SUT y URO Vam.

Los voladizos traseros serán siempre los que marquen los límites. Con el bloqueo de diferencial trasero, opcional, las cualidades todoterreno del Nissan son destacables.

Capacidad de carga y aptitudes todoterreno se unen en estos vehículos.

Ficha Técnica Isuzu D-Max 3.0 TD vs Toyota Hilux 3.0 D-4D vs Nissan Navara 2.5 dCi