Gracias al overdrive y los seis cilindros del propulsor, podemos rodar a 120 kilómetros por hora, aunque las vibraciones y ruido que se generan nos lo desaconsejan.
Su propulsor diésel atmosférico de inyección indirecta y elevada cilindrada, acepta de mal grado los regímenes altos, donde su consumo puede rondar los 20 litros, aunque si nos moderamos y bajamos de los 100 km/h podemos situarnos en los más razonablres 15 litros a los 100 km. Sin embargo, goza de una buena autonomía, gracias a la incorporación de dos depósitos de combustible. En cualquier caso, una buena puesta a punto del sistema de inyección es fundamental para sacar el máximo rendimiento al motor. La vida a bordo no ofrece muchas comodidades. El sistema de calefacción se queda muy justo, sobre todo para los ocupantes de los asientos suplementarios. Las plazas de la segunda fila disponen de un fácil acceso y una barra que permiten agarrarse cuando el terreno se complica. En verano se sobrevive gracias al gran flujo de aire que aportan las trampillas situadas debajo del parabrisas y a las del techo. La suspensión es muy dura y destaca por su capacidad de carga, frente a otros aspectos, como flexibilidad o adaptación al terreno. Sin embargo, su punto más flaco son los frenos. Sus cuatro tambores hacen errática y muy larga la frenada. Además para que éstos respondan bien, requieren mucho mantenimiento. Con el tiempo aparecen fugas de aceite por retenes y gomas de la mecánica. Los más puntillosos las corrigen sustituyendo los elementos deteriorados, pero la mayoría de los usuarios sobreviven con ellas, controlando a menudo, eso sí, los niveles de aceite. El Cazorla es uno de nuestros favoritos dentro de los todoterreno clásicos, con una fiabilidad y robustez ampliamente acreditada por la gran cantidad de Series III con 4 ó 6 cilindros, que todavía ruedan por el mundo. |
Cronología1958 Tres años después de su fundación, Metalúrgica Santa Ana inicia el montaje de los Land Rover Serie II. 1968 Se comercializa la versión de cinco puertas del LR Santana 109. 1974 Se inició la comercialización de la Serie III. 1979 Aparece el 109 Especial con el motor 3.5 de 6 cilindros. 1982 Los Land Rover Santana 109 Especial, de seis cilindros, pasan a denominarse «Cazorla». |
Ojo con…Problemas al arrancar Está mal dimensionando. El motor de arranque del Cazorla es el mismo que montaban los motores de cuatro cilindros. Así que cuando el motor pierde compresión y capacidad para calentar el gasóleo, al motor de arranque le cuesta «tirar» de los seis cilindros, por lo que es recomendable sustituirlo por uno de mayor capacidad. |
Por dentro y por fueraLas notas características de los Cazorla eran los faros cuadrados y el techo de fibra, pero seguían manteniendo las trampillas de aireación. El aumento de cilindrada del motor hasta 3.429 cm3 elevaba el rendimento hasta unos espectaculares 94 CV. Eso sí, el consumo crecía de forma casi exponencial. La dirección asistida suponía un tremendo avance para un todoterreno de hace casi 30 años, aunque en parado se muestra algo pesada. La suspensión por ballestas (en este caso se han sustituido las de serie por unas parabólicas), está diseñada para soportar grandes cargas, peo no ofrecen el grado de tracción que sería deseable en campo. El Cazorla incluía un sistema de liberador manual para las ruedas delanteras, con el que preservar el desgaste de la transmisión y ahorrar algo de combustible. |
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Cómo vaEn el salpicadero el plástico toma el protagonismo y se siguen manteniendo las clásicas trampillas de aireación. Mediante este mando, situado bajo el asiento del copiloto, se puede seleccionar uno de los dos depósitos que abastecen al motor. El sistema de calefacción, mediante un ventilador y dos tubos comunicados con el motor, resulta algo justo. Sobre todo detrás. El Santana Cazorla cuenta con una palanca para la caja de cambios, otra para engranar el 4×4, otra para inertar la reductora y una cuarta para el overdrive. El techo de fibra con trampillas permite la circulación de aire, por lo que evita el sobrecalentamiento interior. Las plazas traseras (independientes) disponen de una barra asidero delante y una rejilla de separación de la zona de carga. |
Te aconsejamos…Mejorar los frenos y la tracción Cambiar tambores por discos. El Cazorla no es un coche para correr, aunque se mueve con soltura sobre cualquier superficie, sin embargo sus tambores de freno gestionan con dificultad el elevado peso del conjunto, así que no estaría de más sustituirlos (al menos los delanteros) por unos discos, con un kit de los existentes en el mercado de postventa. Mejorar la tracción. La dureza de sus suspensiones no le otorga un nivel de tracción adecuado si pretendemos enredar un poco superando obstáculos. En este sentido, unas ruedas de dibujo agresivo y un bloqueo para el diferencial trasero, le sentarían de maravilla. |
Ficha Técnica
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Alternativas : El primo inglés era más cómodo pero menos potente
Land Rover 110 2.5 D (1983). Se trata del antecedente directo del Defender y ya equipaba 4×4 permanente y suspensión con muelles. Eso sí, su motor era menos potente y fiable que el Santana. Precio: 4.000 – (usado) |
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