Respuesta: Se trata de dos cajas automáticas de seis velocidades con accionamiento secuencial, pero con claras diferencias. La CMP, pese a ser más barata -porque básicamente es una caja manual donde el trabajo de pisar el embrague lo hace un sistema electrohidráulico- ofrece un funcionamiento más agradable y rápido -aunque hay que -adaptarse- a ella para evitar que de tirones-. Además, sus prestaciones y consumos son mejores: alcanza 195 km/h en vez de 190, acelera de 0 a 100 km/h en 11,5 seg. -en vez de 12,2 de la CPM- y gasta una media de 8 l/100 km, en lugar de 8,9. Sin embargo, la CMP emplea un sistema de embrague pilotado para transmitir la fuerza del motor que, en principio, no tiene mayor inconveniente -sólo hay que cambiar el aceite de la caja cada 150.000 km, como en la CAS, por lo que el mantenimiento es similar-, pero sí es más frágil que el sistema de convertidor de par de la CAS -sobre todo por las electroválvulas, que pueden fallar más facilmente-. Si vas a practicar una conducción tranquila, opta por la CAS.