Hay que recordar que un terremoto puede durar unos segundos… o minutos, pero nos da algunas pistas antes de mostrar todo su poder devastador. Esto es, cualquier movimiento sísmico viene precedido de una vibración moderada… y luego el suelo comenzará a moverse violentamente -lo que conlleva que se caigan todo tipo de objetos, rotura de ventanas, grietas en paredes y en la carretera en los de mayor intensidad…-.
Así, si te pilla en carretera, lo más aconsejable es parar el coche lo antes posible en el arcén, nunca hacerlo sobre una zona que pueda derrumbarse -un puente, un paso sobreelevado-, ni dejarlo junto a postes telefónicos, cerca de torres de alta tensión, árboles… Además, los expertos aconsejan no salir del vehículo hasta que termine el terremoto y, muy importante, no bloquear con el coche la carretera -para facilitar el movimiento de otros vehículos que necesiten encontrar una zona más segura.
En el caso de que suceda cuando están andando por la calle, el consejo es el mismo que en cualquier vendaval: hay que alejarse de casas, postes, árboles y buscar zonas abiertas. En último caso, si no hay otro lugar, un sitio que puede ser seguro es bajo la puerta de entrada de la vivienda, a salvo de cualquier objeto que pueda caer sobre la calle o jardín y preparado para salir del edificio si el terremoto deteriora sus paredes.
Si ocurre cuando estás dentro de una casa, lo recomendable según los expertos de protección civil, es permanecer en su interior hasta que acabe el terremoto, alejarse de cualquier objeto que pueda caerte encima y buscar una mesa o mueble fuerte para protegerse bajo él. En ese caso, hay que permanecer en el suelo, de rodillas, protegiendo con nuestros brazos y manos la cabeza y el cuello.
Puedes encontrar un completo manual de qué hacer en las situaciones más peligrosas en www.proteccioncivil.org.