
La compañía Spyker fue fundada en Holanda en 1890 por los hermanos Hendrik y Jacobus Spijker, que comenzaron a fabricar carruajes y coches de caballo de lujos para la burguesía de la época. Su fama fue aumentando, y hasta la propia reina Wilhelmina les encargó en 1898 un carruaje bañado en oro, carroza que aún es utilizada por la monarquía holandesa en ocasiones muy especiales.
En ese mismo año, los hermanos Spijker acoplaron un motor Benz a uno de sus carruajes, comenzando así su aventura en el mundo de la automoción. Ése fue el momento clave en la historia de la compañía, dedicada desde ese año únicamente a la producción de automóviles. El nombre fue cambiado por el de Spyker, muy similar a Spijker, pero más fácil de recordar en el mercado internacional.
En 1903 llegaría toda una revelación para la época, el 60/80 HP, el primer coche con motor de seis cilindros y frenos y tracción permanente a las cuatro ruedas. Ésta y otras innovaciones hicieron famoso el nombre de Spyker, que pronto fue reconocido por su calidad y por la dureza de sus motores. Gracias a esto se ganó el apodo en el Reino Unido de -el Rolls Royce del continente-.
La reputación de la marca aumentó considerablemente en el año 1907, cuando un Spyker 14/18HP Tourer consiguió un meritorio segundo puesto en el famoso Raid París-Pekín, inaugurado ese mismo año.
Se pasa a la aeronáutica
Con la I Guerra Mundial a la vuelta de la esquina, Spyker tuvo que abandonar su negocio de automóviles de altas prestaciones para dedicarse a otros productos. Se unió con a la Fábrica de Aviones Holandesa, con quien fabricó alrededor de 100 aviones de combate y 200 motores entre 1914 y 1918. En ese periodo, en 1915, la marca introdujo el eslogan que aún se utiliza: -Nulla tenaci invia est via-, es decir, -Para los tenaces ningún camino es infranqueable-. Con el eslogan llegó el cambio de logo, que pasó a ser una rueda de radios atravesada por una hélice.
Después de la guerra, Spyker retomó su actividad como fabricante de automóviles, a los que dotó de la tecnología desarrollada para el sector aeronáutico. Un claro ejemplo es el Spyker Aerocoque de 1919, cuyo diseño se acerca más al de un aeroplano que al de un coche.
El mito: Spyker C4
Quizá el modelo más famoso sea el Spyker C4, que montaba un magnífico motor fabricado por el ingeniero alemán Wilhelm Maybach (¿te suena el apellido?). Tenía un sistema de ignición doble con alternador de alta tensión Bosch y bobinas de encendido con dos bujías por cilindro. El C4 se convirtió en todo un emblema en su época por potencia, fiabilidad y lujo. En 1921, un Spyker C4 rompió un récord de resistencia, al rodar de manera continuada durante 36 días, cubriendo una distancia de 30.000 kilómetros. Un año después, el piloto británico Selwyn Edge rompió el récord de velocidad de Brookland-s Double Twelve con una velocidad media de 119 km/h.
A pesar de este reconocimiento, la compañía quebró en el año 1925 con una producción de sólo 2.000 coches en sus más de 25 años de historia, aunque su nombre continuó sonando en el mundo del automóvil como sinónimo de tecnología, exotismo y fiabilidad.
Renace en 1999
En el año 1999, casi 75 años después de su desaparición, los holandeses Maarten de Brujin y Victor Muller fabricaron un deportivo, al que bautizaron con el nombre de Silvestris. Para dar mayor impulso a su proyecto, buscaron un nombre carismático, y recordaron aquella mítica marca holandesa de principios del siglo XX. Con esa idea en la cabeza, compraron los derechos de utilización de la marca, naciendo así el Spyker Silvestris, el heredero de aquella tradición de lujo y exclusividad inaugurada por los hermanos Spijker a finales del XIX. El Silvestris montaba un motor V8 de origen Audi y pronto causó sensación.
Gracias a esto, el proyecto consiguió la financiación necesaria para seguir adelante con la producción en serie. El modelo definitivo llegó en 2000 con el nombre de Spyker C8 Spyder (la nomenclatura continuaba el tipo de denominación de la marca primigenia), mientras que en 2001 se presentaba el C8 Spyder Laviolette. En 2002 inauguraba su aventura en la competición con el C8 12R, que disputó las 12 horas de Sebrin y las 24 horas de Le Mans.
En 2004, Spyker realizó una oferta pública de acciones y en 2005 De Brujin abandonó la compañía. A partir de ese momento, la marca cotiza en la bolsa de Ámsterdam y bebe en gran medida de capital ruso.
Además de otras versiones del C8, Spyder saca en 2005 el C12 LaTurbie, en 2007 el C12 Zagato y en 2009 el C8 Aileron.
Su paso por la F1
Sin embargo, Spyder es más conocido por su participación en la Fórmula 1. En el año 2006 compra el equipo Midland, pero esta decisión fue un duro golpe para la economía de la empresa. En 2008 vendieron el equipo a Vijay Mallya, naciendo así la actual escudería Force India.