Y es que, según denuncia la plataforma ‘Recupera puntos en tu autoescuela’, en 2006 la DGT concedió a la CNAE -la patronal de las autoescuelas- la potestad para autorizar qué centros podían impartirlos y cuáles no -excepto en Cataluña, donde se encarga el RACC-. ¿El resultado? Según denuncia dicha plataforma y asociaciones de conductores como AEA, actualmente sólo un 4% de las autoescuelas -214 en total- imparten estos cursos que han generado, en cinco años, unos ingresos de 33 millones de euros, tras pasar por ellas casi 130.000 alumnos.
Precisamente, la escasez de centros autorizados ha supuesto que -muchos conductores deban recorrer más de 30 km para ir recibirlos. Por ejemplo, en las localidades madrileñas de Getafe, Leganés y Villaverde, a 5 km de distancia entre sí, hay un centro en cada una… y Fuenlabrada, Alcorcón o Parla -con casi 500.000 habitantes- carecen de uno. De hecho, en las 52 capitales de provincia… ¡sólo hay 61 autoescuelas que imparten estos cursos!», explican desde ‘Recupera tus puntos…’ que también ha denunciado que la CNAE ha concedido las autorizaciones para impartir los cursos de forma arbitraria, eligiendo siempre a centros propiedad de miembros de su junta directiva estatal y de juntas de sus asociaciones provinciales.
Una acusación a la que ha respondido el presidente de la CNAE, José Miguel Báez, explicando que, cuando se comenzaron a conceder las autorizaciones, -hace cuatro años, muy pocas autoescuelas se ofrecieron… e, incluso, tuve que forzar a los presidentes provinciales para hacerlo».
Tras estudiar la situación, la Comisión Nacional de la Competencia emitió, en mayo de 2009, un informe contrario a la forma actual de autorizar los centros y propuso a la DGT que la sustituyera por otra de -régimen abierto-; es decir, una con la que se pudiera autorizar a todos los centros que lo solicitaran, cumpliendo unos requisitos mínimos. Una recomendación que la DGT no escuchó, renovando la concesión de los cursos a la CNAE hasta junio de 2012. En marzo, el Congreso ha pedido explicaciones al director de la DGT, Pere Navarro.