A pesar de que la Ley de Consumo especifica que si, durante la garantía, un modelo -nuevo o usado- presenta un defecto de fabricación muy grave, su propietario puede solicitar el cambio o sustitución del vehículo por uno similar, lo cierto es que casi nunca se hace. El motivo es que si te cambiaran tu coche defectuoso por otro nuevo, el concesionario perdería mucho dinero: concretamente, lo que tendría que pagar por los impuestos del nuevo modelo. ¿Cuánto supone? Por ejemplo, en un VW Passat TDI 140 Advance que cuesta 28.680 euros, 4.561 son impuestos.
Importante: en la actualidad, la marca Hyundai es la única que te permite cambiar tu coche nuevo si no te gusta -siempre que no haya transcurrido un mes, no tenga más de 2.000 km, ni golpes que supongan más de 700 euros de taller-.
Usados
Puedes devolverlo… pero no en todas las marcas: en casi la mitad -16- te permiten cambiar tu coche por otro modelo similar, antes de 15 días o 1.000 km desde que lo compraste; eso sí, tú pagarás el coste del nuevo papeleo: unos 300 -. Importante: en Peugeot, el plazo de devolución es de 14 días -aunque mantiene lo de los 1.000 km-, y en Seat, de 8 días y sólo 750 km. ¿La mejor? Lexus que, en su selección de vehículos más exclusivos, permite cambiarlo hasta en 30 días o 2.000 km.
Qué marcas te permiten cambiarlo…
Alfa Romeo, Audi, BMW, Fiat, Land Rover, Volvo, Toyota, Lancia, Lexus, Mercedes, Mini, Nissan, VW, Peugeot, Renault y Seat.
Y cuáles no te lo cambiarán…
Chevrolet, Citroën, Chrysler, Ford, Skoda, Honda, Hyundai, Kia y Mazda.
Comprar un usado en una marca que te permite cambiarlo es un -chollo-… ya que si no te gusta el modelo elegido puedes cambiarlo por otro similar… y a un coste ‘razonable’. En el caso de los nuevos… esta operación es realmente complicado de conseguir.
