¿Quién tiene los días contados en Citroën?

Pero la sorpresa saltó en el tramo cuarto. Loeb, en uno de los pocos errores que se le recuerdan, se salía de la pista y volcaba aparatosamente, teniendo que abandonar el rallye. Todo parecía indicar que Ogier ganaría la carrera y que le recuperaría a Loeb los 25 puntos que le sacaba en el campeonato, […]


Pero la sorpresa saltó en el tramo cuarto. Loeb, en uno de los pocos errores que se le recuerdan, se salía de la pista y volcaba aparatosamente, teniendo que abandonar el rallye. Todo parecía indicar que Ogier ganaría la carrera y que le recuperaría a Loeb los 25 puntos que le sacaba en el campeonato, pero el joven francés cometía un error incomprensible en el tramo seis y también se veía obligado al abandono tras impactar contra un árbol.

A partir de ese momento, la carrera se convirtió en cosa de Hirvonen y Latvala, los dos pilotos de Ford. Latvala llegó líder al final de la segunda etapa, pero en Ford decidían que Latvala levantase el pie para dejar ganar a Hirvonen, que con esta victoria se coloca segundo en el campeonato a 15 puntos de Loeb y con 14 de ventaja sobre Ogier a falta de tres rallyes. Además, Ford se coloca a 62 puntos de Citroën en el campeonato de marcas, dando un pequeño soplo de ilusión al equipo con sede en Gran Bretaña. Tercero terminaba el noruego Petter Solberg, con su Citroën DS3 WRC.

Sin embargo, la polémica llegó al final del rallye. Tanto Loeb como Ogier pudieron reengancharse al rallye en la segunda etapa, y mientras que Ogier conseguía remontar hasta la novena plaza al final de la carrera, Loeb se quedaba en el puesto 11 a diez minutos de Ogier. Para que Loeb sumase un punto, el equipo hacía penalizar a Ogier hasta caer al puesto 11, algo que no sentaba nada bien al joven Ogier. Además, en el últmo tramo, el Power Stage, también ordenaban a Ogier que no atacase para dejar que Loeb se llevase los tres puntos por ser el más rápido en ese último tramo

Ahora, y con ofertas tanto de Ford como de Mini para 2012, todo hace indicar que Ogier terminará sus días en Citroën cuando termine el campeonato. Por su parte, Olivier Quesnel, el jefe del equipo y cuyo culo huele a pólvora después de que el mismísimo presidente de Citroën pusiese orden entre los pilotos antes del rallye de Alemania, ha tomado una drástica decisión en este rallye que ha demostrado que teme seriamente por su cargo- Muchos apuestan que su cabeza también rodará con la última campanada de las uvas de fin de año-

Por último, cabe destacar la victoria en el rallye y en el campeonato de Gareth Paydon, dentro del certamen de Producción y a los mandos de un Subaru Impreza STI.

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