El pasado viernes, horas antes de que comenzara el Rallye RACE-Comunidad de Madrid, Skoda España organizó una comida para celebrar el título de Campeones de España de Rallyes de Asfalto 2010 que habían logrado Alberto Hevia y Alberto -Pin- Iglesias a bordo de su Skoda Fabia S2000. Allí, -Pin- Iglesias ya os avisaba de que no sería fácil repetir victoria en Madrid: -son tramos muy rápidos, y no sólo porque haya que dar tres pasadas al circuito de El Jarama. En los tramos de la sierra, hay rectas de 200, 300 metros en los que nosotros, con el Skoda, llegamos al corte de inyección. Eso significa que el Fabia va a 174 km/h- y ya no da más de sí. Los Mitsubishi y el Subaru de Monarri sí podrán superar esa velocidad -de hecho, el Mitsubishi de Burgo llegó a registrar… ¡237 km/h!-, y su mayor potencia -unos 350 CV por los 270 del Fabia- también será una gran ventaja que aquí será más difícil de contrarrestar que en otros rallyes del Nacional-. A esto había que añadir el hecho de que Berti tenía que utilizar aquí un Fabia alquilado por Skoda España al equipo JM Racing, después de que su coche quedara dañado tras el fuerte accidente del rallye anterior, el Sierra Morena.
Así, la batalla por la victoria en el Rallye RACE-Comundidad de Madrid comenzaba el pasado viernes a las 19:06 minutos de la tarde, justo cuando Hevia e Iglesias tomaban la salida en el primer tramo el rallye, el primer paso por el circuito de El Jarama. Allí, Xevi Pons -Ford Fiesta S2000- se imponía por 2,1 segundos a Hevia, mientras que el primer Mitsubishi, el de Fernando Navarrete, era tercero a tres segundos haciendo valer su experiencia en circuito -Fernando ha disputado numerosas copas de promoción en circuitos-. Parecía que los dos S2000 iban a mandar en la general del rallye, pero el primer tramos -de verdad-, Navafría, era para el -Mitsu- Evo X de Pedro Burgo, que con temperaturas bajo cero, de noche y con un asfalto muy deslizante le endosaba 6,6 segundos a Pons y 9,4 a Hevia y al Subaru de Alberto Monarri. Quedaba un solo tramo para acabar la primera etapa, la segunda pasada por Navafría. Sin embargo, el Ferrari 360 Modena de Marc Blázquez y Salvador Belzunces llegaba al final del tramo y aconsejaban anularlo por dos motivos: primero, había varios coches mal aparcados por el tramo, algo que podría generar situaciones de peligro; segundo, algún desalmado había arrojado nieve en la carretera- Así las cosas, la etapa se daba por finalizada con Pons como líder, con 4,9 segundos de ventaja sobre Hevia, 8,0 sobre Burgo y 15,4 sobre Monarri, quedando ya el resto algo más descolgados de la lucha por la victoria.
La segunda etapa comenzaba con los tramos de Canencia y Morcuera. En el primero, con el asfalto muy frío y algunas placas de hielo, se imponía Monarri, que ganaba por 6 segundos a Pons, por 6,7 a Burgo y por 10,7 al colaborador de Autofácil Ángel Doménech, que iba a comenzar una importante remontada que le llevaría hasta el quinto puesto en el penúltimo tramo. Hevia, con problemas de rendimiento en su Skoda, perdía 18 segundos y caía al cuarto puesto de la general. La primera pasada por Morcuera suponía otra victoria para Monarri, que se ponía líder del rallye. Pons rompía una transmisión de su Fiesta y se veía obligado a abandonar, mientras que Hevia seguía con problemas en su motor. Burgo, que cedía 5,9 segundos respecto a Monarri, era segundo en la general a sólo 5,2 segundos del Subaru del piloto madrileño.
La segunda pasada por Canencia y Morcuera suponían dos nuevos scratch para Monarri, que aumentaba su ventaja respecto a Burgo hasta los 10,1 segundos. El tercer clasificado en ese momento era el gallego Víctor Senra, que con su Mitsubishi Evo X estaba ya a 45,9 segundos y precedía al otro Evo X de Xavier Lujua, que pese a un toque contra un puente en Canencia se encontraba 2,1 segundos por delante del Skoda Hevia, quinto en ese momento- y con sólo 5,6 segundos de ventaja sobre el Mitsubishi Lancer Evo IX de Ángel Doménech.
Quedaban sólo tres tramos. El primero de ellos era la segunda pasada por El Jarama, donde Manuel Cabo imponía la potencia de su Porsche 911 GT3 RS, algo que no le servía de mucho: se mantenía 13º de la general. Burgo le recortaba 3,8 segundos a Monarri, quedando la ventaja del madrileño en solo 6,3 segundos. La lucha por la victoria estaba muy reñida, tanto que ambos salieron al máximo en el tramo de El Atazar- y Monarri se salió de la carretera, provocando un pinchazo en la rueda trasera derecha de su Subaru. Con el Subaru abollado por delante y por detrás, Alberto terminaba el tramo perdiendo más de dos minutos- y se veía obligado a abandonar. Burgo era virtual ganador, pues sólo quedaba la última pasada por El Jarama. Allí, Burgo mantenía la calma y se llevaba el rallye, mientras que Hevia acababa segundo la carrera. Sin embargo, los problemas mecánicos echaron por tierra la carrera de dos pilotos: Xavier Lujua, que con problemas en la caja de cambios caía desde la tercera plaza a la quinta, y nuestro compañero Ángel Doménech, que con problemas en su motor veía cómo perdía su quinto puesto de la general y la victoria en el campeonato de Madrid para terminar, finalmente, en el puesto 11º de la general y segundo de los madrileños -certamen en el que se impuso Rubén Gracia con un -Mitsu- Evo X-.
En cuanto a los campeonatos que aún estaban por decidir, Fran Cima se llevaba el Campeonato de España de Grupo N al acabar en cuarto puesto con su Mitsubishi -ya había ganado la Mitsubishi Evo Cup-, mientras que Miguel Arias ganaba la Copa Clio pese a la victoria en el rallye de su gran rival José Antonio -Cohete- Suárez. En la Copa Suzuki Swift, la victoria de Víctor Pérez no le sirvió para ganar el título, que acabó en manos de Ferrán Pujol, segundo clasificado en el rallye.