Esta temporada ha sido una de las mejores de su trayectoria, logrando el tercer puesto en el Campeonato FIA Formula 2, tras un final de campeonato cargado de victorias y podiums, determinantes para llamar la atención de los responsables de la FIA. Durante estos cuatro días, todos los candidatos han tenido que superar pruebas de concentración, resistencia, habilidad y entrevistas, evaluadas por los profesores, que no dejaron de presionar durante los cuatro días en Melk. ¿El objetivo? Poner al límite a los posibles finalistas con el fin de comprobar su destreza ante las adversidades y situaciones donde sólo los mejores pueden destacar sobre el resto.
Piñeiro no fallaba, estaba siempre al frente en todas las fases, destacando sobre el resto en algunas de ellas. Los candidatos procedentes de los rallyes, sin embargo, tenían ventaja en las zonas más complicadas, sobre todo en las pistas encharcadas, con continuos contravolantes (el coche elegido era un BMW M3 E46). A pesar de todo, el piloto español consiguió superar las adversidades y ser uno de los 18 elegidos. Otro logro más de un piloto que ha luchado únicamente con el apoyo de unas pocas personas que siempre han creído en él.
Pero no olvidemos que además de haber entrado en la academia de la FIA, Piñeiro tiene pendiente disfrutar de otro de los premios que se ha ganado esta temporada: un test de GP2 Series a principios de año. Y si algún equipo de Fórmula 1 se fija en él, está preparado, porque ya tiene la Superlicencia de la máxima categoría del automovilismo, otro premio obtenido gracias a su tercer puesto en la Fórmula 2.
FIA Institute Young Driver Excellence Academy 2012
En 2011, el FIA Institute (Instituto de la Federación Internacional de Automovilismo) puso en marcha por primera vez un programa de desarrollo y excelencia para jóvenes pilotos de todas las disciplinas del automovilismo. Si bien en aquella ocasión los preseleccionados fueron diecinueve, de los cuales doce ingresaron en la academia, para esta ocasión la competencia estaba más reñida; veintiocho jóvenes ansiosos por conseguir una de las dieciocho plazas.
Profesores de la talla del piloto austríaco de Fórmula 1 Alex Wurz (compitió en equipos como Benetton, McLaren o Williams y vencedor en dos ocasiones en las 24h de Le Mans) o Robert Reid (copiloto del malogrado Campeón del Mundo de Rallyes en 2001, Richard Burns), evaluaron a unos candidatos más preparados que el pasado año. Se notaba que habían venido con los deberes hechos y la selección fue más difícil.
