Range Rover Evoque SD4 vs Audi Q3 TDI 177 CV

Aunque Subaru es la marca que inventó el concepto "todocamino" con su Leone 4x4, allá por 1972, no sería hasta 1994 cuando el Toyota RAV4 sentaría las bases que revolucionarían este segmento del mercado.


Aquel compacto todoterreno de tres puertas, batalla corta, carrocería redondeada, tracción total permanente sin reductora y enérgico motor 2.0 multiválvula de gasolina era un cóctel explosivo capaz de cautivar tanto a los amantes de la conducción sobre asfalto como a quienes disfrutan surcando pistas de tierra, grava y cualquier cosa que pueda ser escupida por las ruedas.

No tardaron en comenzar a surgir emuladores del RAV4, como el Honda HR-V, el Land Rover Freelander o el Mitsubishi Outlander, si bien a medida que pasaban los años, las sucesivas generaciones de todos ellos no hacían sino ganar centímetros y kilos, convirtiéndoles en aburguesados vehículos familiares con ciertas habilidades para moverse fuera del asfalto, pero carentes de ese tacto deportivo y ese comportamiento ágil que eran la esencia del primer RAV4.

El placer de circular con viveza

Conducir las versiones turbodiésel más potentes y con tracción total del Audi Q3 y el Range Rover Evoque nos ha servido para recuperar ese placer por circular a un ritmo vivo por nuestro circuito de tierra, si bien, a decir verdad, no estamos hablando de «pesos pluma», sino, más bien, de vehículos con motores alegres, bastidores muy equilibrados, frenos con mordiente, suspensiones relativamente firmes y direcciones precisas. Eso, en cuanto a lo que «tienen», porque tan importante o más es el capítulo de lo que «no tienen», a saber: voladizos pronunciados, masas por encima de las dos toneladas, controles de estabilidad excesivamente restrictivos, crujidos en la carrocería cada vez que las ruedas despegan del suelo y ese montón de pequeños factores que te hacen levantar el pie del pedal del gas porque el vehículo no te «transmite» buenas sensaciones cuando deseas sacarle su quintaesencia.

Tienen mucho en común

Estos dos todocaminos compactos tienen, en realidad, muchas cosas en común. Aparte de lo evidente –arquitectura monocasco, motor diésel, carácter premium y dimensiones compactas–, ambos se lanzaron prácticamente a la vez –el alemán comenzó a producirse en abril del pasado año y, tres meses después, lo hacía el británico–. Además, los dos representan propuestas inéditas hasta ahora en sus respectivas gamas, se fabrican en Europa y se encuentran entre los diez modelos más vendidos del mercado. De hecho y aunque nadie lo diría, el Q3 aventaja en este capítulo al Evoque, cuya carrocería menos discreta le hace pasar menos desapercibido que el discreto hermano pequeño del Q5.

Cuero. La tapicería de serie es mixta, de tela y piel. La de la unidad probada era opcional, así como la regulación eléctrica de los asientos delanteros.

Cómodo. El interior es más amplio de lo que parece. Cuatro adultos pueden viajar sin agobios. ¡Ojo! La anchura trasera en la versión de tres puertas es menor.

Maletero. Resulta bastante espacioso, tiene cuatro prácticas argollas y, bajo su piso, no encontramos una rueda de repuesto.

Salpicadero. Resulta fácil pulsar por error alguno de los botones del volante, que cuenta con levas para accionar manualmente el cambio.

Vistoso. El mando del cambio es un conmutador circular en lugar de una palanca, mientras que los programas de tracción se manejan con dos pulsadores.

Pintura. A excepción del blanco, los 12 colores que se ofrecen tienen sobreprecio –entre 761 y 1.517 euros–. Si además optamos por el techo de otro color, pagaremos otros 634 euros, y 1.003 euros más si es de cristal, aunque no sea practicable.

Ruedas. Los neumáticos 235/55-19 de la unidad de pruebas eran poco apropiados para campo. No obstante, Land Rover homologa la medida 225/65-17, para la que existe una amplia oferta de ruedas AT.

Delante. Hay una mínima protección en los bajos, no hay componentes especialmente expuestos, y los brazos inferiores de la suspensión son robustos.

Atrás. El último tramo de la línea del escape puede llevarse algún golpe si no prestamos atención en campo. El grupo que integra el embrague central Haldex y el diferencial posterior no corre riesgo de sufrir daños.

265165

Carrocerías bien rematadas

Valoraciones estéticas aparte, las carrocerías de estos dos todocaminos ofrecen un brillante nivel de acabado. Ya han pasado por nuestra manos varias unidades, y todas ellas presentaban muy buenos ajustes, con holguras mínimas en las juntas de las diferentes piezas, pinturas impecablemente acabadas –en opción el Evoque puede disponer del techo en diferente color que el resto de la caja–, grupos ópticos perfectamente integrados… En el caso del Q3, podríamos afirmar sin miedo a equivocarnos que se trata del producto mejor acabado de cuantos han sido fabricados hasta la fecha en la planta de Seat de Martorell.
El británico está disponible con tres o cinco puertas. En el primer caso, la enorme longitud y anchura de sus hojas hace que sean difíciles de abrir en algunos huecos de aparcamiento en batería donde sí resultaría fácil hacer lo propio con el Q3. Adicionalmente, el acceso a las plazas traseras resulta muy incómodo, el cinturón de seguridad de las plazas delanteras queda muy retrasado y además deberemos pagar más que en el caso de la carrocería de cinco puertas.

El evoque es más «rompedor»

Ya en el interior, resulta fácil sentirse cómodo a los mandos de cualquiera de los dos vehículos. El británico cuenta con un salpicadero inclinado y un voluminoso túnel central que asemejan su aspecto al de un súper-deportivo, con el puesto de conducción muy desplazado hacia la puerta, guarnecido en un material plástico blando y áspero rematado con pespuntes. El cambio de marchas puede ser manual o automático, de seis velocidades en ambos casos. Si optamos por la versión manual, ganaremos un poco de agilidad en zonas urbanas y podremos obtener un consumo algo más bajo. El automático nos obligará a pagar más, pero a cambio dispondremos de un espectacular selector circular retráctil y de mayores posibilidades en uso puramente off-road, por lo que la elección no es sencilla. La verdad es que la ergonomía del Evoque está por encima de la media. La interfaz multimedia ofrece varias informaciones simultáneamente, se maneja de forma intuitiva y dispone de las necesarias teclas de acceso directo a las principales funciones.

Al igual que ocurre por fuera, el interior del Q3 es más convencional. De hecho, su salpicadero es tan sencillo que nos recuerda al de un utilitario, y la pantalla de la interfaz multimedia es un apósito retráctil ubicado en lo alto de la consola central. En el alemán, también podemos elegir entre un cambio manual –solo con la versión de 140 CV– o uno automático, de siete relaciones. Y la conclusión es la misma: si tienes intención de pisar el campo y esperas encontrar rampas, torronteros o cualquier otra dificultad, te recomendamos la caja automática.

El Q3 resulta más ágil

Una vez en marcha, las diferencias siguen siendo la tónica. Desde el primer momento, el Evoque se siente «pesado», más que el Freelander, aunque en realidad no lo es. Alguien en el departamento de ingeniería pensó que una dirección dura da una sensación más deportiva, y, aunque puede que así sea, desde nuestro punto de vista es un error. Todos los Evoque en los que nos hemos subido –tanto en la presentación como en unidades de prueba– llevaban, además, neumáticos de 19 o 20 pulgadas con compuestos y carcasas mucho más orientados a las prestaciones en asfalto que al rendimiento en campo, y ese es otro de los aspectos que contribuye a obtener esa sensación de aplomo que nos hace sentir que conducimos un vehículo mucho más grande. Por último, las suspensiones contribuyen también a generar esa sensación. El tarado de los muelles es muy firme, más propio de un deportivo que de un todocamino con amplios recorridos de suspensión. Con ello, se consigue una buena adherencia en el paso por curva, con mínimas oscilaciones laterales, a costa de ver cómo se resienten tanto el confort como las capacidades off-road. Para ser justos, sobre pistas en buen estado e incluso con algunos baches, el Evoque permite adoptar un ritmo «de carreras», pero los neumáticos de perfil bajo montados en las llantas de 19 y 20 pulgadas no son adecuados para este uso… Y no disponemos de rueda de repuesto, como sí ocurre en el Freelander. Por otra parte, el tarado de la suspensión es tan duro que no merece la pena equipar los amortiguadores de dureza variable –opcionales–, ya que cuando van más blandos, es el muelle el que lleva la voz cantante y no obtendremos un mayor nivel de confort.

265165

El evoque pesa 200 kilos más

El Q3 es radicalmente distinto. De entrada, podemos configurar la asistencia de la dirección para que sea más suave, lo que paradógicamente la hace también más rápida, sobre todo si –como yo–, no tenéis precisamente los brazos de Arnold Schwarzenegger–. Pero en realidad, el Q3 es más ágil porque es más ligero. Audi ha empleado aluminio en el capó, el portón, las «tabicas» deformables de los parachoques y las suspensiones. Nuestra unidad de pruebas pesaba casi 200 kilos menos que la del Evoque, y esa diferencia de masa es crucial para lograr un comportamiento más ágil. El hecho de montar neumáticos algo más pequeños –aunque igualmente asfálticos– también ayuda a reducir esa sensación de «coche grande» y, por supuesto, la configuración de la suspensión trasera tiene también mucho que decir. Al igual que el Evoque, el Q3 puede disponer de amortiguadores de dureza variable, cuyo efecto es mucho más acusado que en el británico. Cuando seleccionamos la posición «confortable», el coche va claramente más blando, y cuando optamos por la «dinámica», la suspensión se endurece notablemente, pese a que los muelles no cambian. En realidad, la mayor ventaja de estos amortiguadores es que son componentes de muy buena calidad, capaces de frenar con mucha eficacia las oscilaciones secundarias de los muelles, que es lo que en realidad debe hacer un amortiguador, independientemente de su tarado.
Sobre pistas de tierra compacta en buen estado, conducir el Q3 es una delicia, tanto con el cambio manual como con el automático, que en realidad es una caja de doble embrague, muy rápida a la hora de cambiar de marcha, pero algo brusca en las maniobras a baja velocidad. Pero si el terreno se complica, preferiremos estar a bordo del Evoque, ya que la altura libre al suelo del alemán es muy baja, sus recorridos de suspensión son menores y su sistema motriz no está tan optimizado como el del británico, especialmente si aparecen el barro, la arena o la nieve.

Carrocería. Hay dos colores sin sobreprecio y 10 con un coste adicional de 795 euros.

sTronic. El cambio automático de doble embrague es la única opción con el motor diésel de 177 CV.

Mandos. Hay pulsadores para regular la dureza de la suspensión y de la dirección, para activar el sistema de aparcamiento automático y para poner el ESP en un programa menos intrusivo.

Bajos. La mitad delantera del vehículo tiene un carenado aerodinámico con nervaduras para reducir las turbulencias; no pienses que es una protección.

Maletero. Bajo el piso encontramos una rueda de repuesto de emergencia, montada en una llanta de chapa en cuyo interior se aloja el subwoofer.

Decoración. Las molduras que simulan aluminio son gratis. Si optas por las de madera, tendrás que pagar 765 euros.

Por prestaciones, gana el Audi

La menor masa del Audi es definitiva a la hora de evaluar las prestaciones. Aunque, sobre el papel, el Q3 es menos potente, en la práctica los kilos pasan factura al Range Rover, que cede en torno a un segundo en el «cero a cien» y gasta alrededor de un litro más, a igualdad de caja de cambios. Los motores son sobradamente conocidos, ya que el Evoque toma prestado su propulsor del Freelander, mientras que el Q3 lo comparte con el Seat Altea Freetrack4, el –koda Yeti, el Volkswagen Tiguan, el Passat Alltrack, el Audi A4 Allroad, el Q5 y un buen número de turismos del grupo alemán.

El propulsor D-224DT –fabricado por Ford– que monta el todocamino británico es, en realidad, un derivado del DW12 desarrollado por PSA y montado inicialmente en los Citroën C5 y Peugeot 406 hace 12 años. Ford lo incorporó a su familia Duratorq en 2006 y lo suministra a Land Rover en versiones de 160 y 190 CV. Desde nuestra experiencia, en todos los vehículos en los que lo hemos conducido –Citroën C·Crosser, Peugeot 4007, Mitsubishi Outlander y Land Rover Freelander– ha mostrado siempre una elasticidad destacable, con un excelente rendimiento a bajo régimen y no tan buenas prestaciones en la parte alta del cuentavueltas, independientemente de la configuración de potencia y normativa de emisiones probada. Tampoco ha destacado nunca por un consumo especialmente bajo, pero sus 2,2 litros y su carrera larga siempre se han adaptado muy bien al uso off-road. Al mismo tiempo, se trata de una de las mecánicas turbodiésel tetracilíndricas de tacto más suave y «redondo» que existen. El 2.0 CFG del Grupo VW se ofrece en el Q3 en dos configuraciones (140 y 170 CV). Obviamente, en esta ocasión nos hemos decantado por la más potente. Al igual que en el caso del británico, las diferencias se logran exclusivamente a base de software, por lo que los 1.350 euros que median entre ambas no parecen muy justificados. Este 2.0 nunca ha sido un motor especialmente suave, pero sí sube de vueltas con alegría y logra consumos ridículos. Estrenado en 2004 como una evolución del 1.9 con mayor diámetro, fue el primer tetracilíndrico de VW en adoptar la culata multiválvula.

BANCO DE POTENCIA

Pese a contar con un 10% menos de cilindrada, el turbodiésel de Audi tiene poco que envidiar al de Land Rover. El británico –cuyas curvas se representan en trazos discontinuos– saca ventaja de sus 200 cm3 extra para ofrecer un mayor rendimiento en las inmediaciones del ralentí, algo crucial para compensar la mayor masa del vehículo. A partir de unas 2.500 vueltas, el rendimiento de los dos motores discurre paralelo, con una ligera ventaja de en torno a 25 Nm para el de mayor cilindrada, que, sin embargo, acaba perdiendo la batalla a alto régimen. A partir de 4.000 rpm, el propulsor del Range «muere», y el del Audi –cuyo rendimiento está reflejado en trazos continuos– aún dispone de un importante empuje que le permite sobrepasar holgadamente las 4.500 vueltas. Teniendo en cuenta que ambos obtienen la misma potencia máxima y que el británico dispone de mejores «bajos», el 2.2 es nuestro favorito y resulta más indicado para un posible uso fuera de carretera.

 

Potencia máxima Par máximo
SD4: 195,76 CV a 3.541 rpm SD4: 471,08 Nm a 2.089 rpm
TDI: 195,58 CV a 3.970 rpm TDI: 434,96 Nm a 2.491 rpm

 

   Evoque  Q3
Ángulo  de ataque 25º 2,5 ptos. 23º 2 ptos.
Ángulo  de salida 27º 3 ptos. 27º 3 ptos.
Ángulo ventral 160º 3ptos. 160º 3 ptos.
Profundid. De vadeo 50cm 5ptos. 45cm 4,5ptos.
Altura libre 21cm 5 ptos. 20cm 5 ptos.

 
La opinión TT
La inmensa mayoría de usuarios se decantará por uno u otro modelo siguiendo principalmente criterios estéticos, pero la realidad es que se trata de vehículos con caracteres y cualidades muy diferentes. Mientras que el británico permite un cierto uso fuera del asfalto, el alemán no tiene altura libre, recorridos de suspensión ni ángulos de ataque y salida válidos para enfrentarse a la más mínima dificultad que pueda encontrarse en su periplo off-road. Si te decantas por el Evoque, te recomendamos que te hagas con un juego de llantas de 16 pulgadas y ruedas AT. En la medida 215/65-16, también hay formidables ruedas AT disponibles para el Audi.
 

equipamiento
  R.R. Evoque Audi Q3
CONFORT Y LUJO
Asientos del. ajust. elec. 1.160 e
Asientos delanteros calef. 418 e 405 e
Climatizador bizona
Cristales tintados 461 e 490 e
Pantalla Dual View 879 e No
Pintura metalizada Desde 791 e 795 e
Tapicería de cuero Desde 655 e
funcional
3 asientos plazas traseras
Acceso y arranque sin llave 1.044 e No
Apertura de garaje 461 e No
Apertura maletero aut. 703 e No
Bluetooth Desde 365 e
Cámara aparc. trasera 461 e 500 e
Cámara perimétrica 1.965 e No
Control de descenso No
Control presión neumáticos 714 e 100
Control velocidad crucero 335
Navegador Paq. 2.363 e Paq. 1.415 e
Sensores de luz y lluvia Paq. 1.427 e
Terrain Response No
seguridad
ABS
Airbags de cortina, front. y lat.
Airbags laterales traseros No 430 e
Airbags de rodilla No
Control estab./tracción
Inmovilizador electrónico

 

  Q3 Evoque
Carrocería ?? ???
Habitáculo ??? ???
Motor ???? ????
Transmisión ??? ???
Suspensiones ?? ???
Total ??? ???

 

ficha técnica
  R.R. EVOQUE sd4 AUDI Q3 2.0 TDI 177 CV
MOTOR
Posición Delantero, transversal
Distribución 4 válvulas por cilindro
Cilindrada 2.179 cm3 (85×96 mm) 1.968 cm3 (81×95,5 mm) 
Alimentación Inyección directa, turbocompresor e intercooler
Compresión 15,8:1 16:1
Potencia máx. 190 CV (140kW)
a 3.500 rpm
177 CV (130kW)
a 4.200 rpm
Par máximo 420 Nm (42,85 kgm)
a 2.000 rpm
380 Nm (38,77 kgm)
a 1.750 rpm
transmisión
Tracción Delantera, con acoplamiento progresivo del tren trasero y controles de tracción y estabilidad
Cambio Manual o automático, 6 vel. Automático, 7 velocidades
Embrague Monodisco en seco/
Convertidor de par
Doble embrague
Grupo/reductora N.d./No 2,789 / 3,944:1/No
Relaciones
del cambio
I. 4,14; II. 2,37; III. 1,55; IV. 1,15; V. 0,85; VI. 0,68; MA. 3,39. I. 3,56; II. 2,52; III. 1,58; IV. 0,93; V. 0,72; VI. 0,68; VII. 0,57 MA. 4,73.
chasis
Tipo Monocasco
Suspensión delantera Indep., paralelogramo deformable, muelles, amort. y barra estabilizadora Independiente McPherson, muelles, amortiguadores y barra estabilizadora
Suspensión trasera Independiente de paralelogramo deformable, muelles, amortiguadores y barra estabilizadora
dirección
Tipo De cremallera, asistida eléctricamente
Diám. de giro 11,3 metros 11,8 metros
frenos
Delante/detrás Discos ventilados /macizos
Ayudas ABS, EBA y EBD ABS y EBV
Dimensiones y pesos
Long./anch./alt. 4.355/1.900/1.605 mm 4.385/1.831/1.577 mm
Batalla 2.660 mm 2.601 mm
Vía del./tras. 1.625/1.630 mm 1.573/1.595 mm
Peso 1.775-1.790 kg 1.660 kg
Depósito 60 litros 64 litros
Maletero 550-1.350 litros 460-1.365 litros
ruedas
Llantas Aleación, de 17 18, 19 o 20″ Aleación, de 16, 17 o 18″
Neumáticos Serie: 225/65-17. Homologadas: 235/60-18, 235/55?19 y 245/45-20 Serie: 215/65-16. Homologadas: 215/60-17 (invierno), 235/55-17 y 235/50-18
PRESTACIONES
Velocidad máx. 200 km/h (Aut.: 195 km/h) 212 km/h
0 a 100 km/h 10 segundos (Aut.: 8,5 seg.) 8,2 segundos
consumo
Consumo 5,2/5,7/6,7 l/100 km
(Aut.: 5,7/6,5/7,9 l/100 km)
5,3/5,9/7 l/100 km
Autonomía 1.052  km (Aut.: 923 km) 831 km
Emisiones CO2 149 g/km (174 g/km) 156 g/km

 

Scroll al inicio