La firma británica creó este modelo con la intención de conseguir dotar de la máxima deportividad a un 4×4 de los de siempre; eso sí, sin perder apenas facultades en campo y dotándole del lujo que merece un modelo de su categoría. En su primera versión, la que nació en 2005, no logró los resultados esperados (faltaba potencia y distinción interior), pero con esta actualización ha dado en el clavo.
Gracias a sus 510 CV, este Range Rover entra por derecho propio en el selecto club de los 4×4 con reductora cuyo motor desarrolla 500 CV… o más. A él sólo pertenecen los Mercedes G 55 AMG (507 CV) y Porsche Cayenne Turbo (500 CV y 550 CV en su versión S). Dinámicamente, el modelo británico se sitúa en un término medio: supera al Mercedes en asfalto, pero no en campo, y justo lo contrario frente a los Cayenne.
Además de la potentísima versión Supercharged, la gama también presenta una nueva turbodiésel, que se ubica por debajo de la 3.6 TDV8 de 272 CV. Denominada 3.0 TDV6 (245 CV), incorpora el mismo motor que acaba de introducirse en el Discovery, cuyo par de 600 Nm otorga una fuerza a bajo régimen al vehículo especialmente agradable al circular por ciudad y, sobre todo, por campo.
Ante tanto potencial, se ha optimizado la caja de cambios ZF de seis marchas, que cuenta con el modo de funcionamiento Sport (se adapta al tipo de conducción) y que puede manejarse desde la tradicional palanca o por medio de las levas ubicadas tras el volante.
Terrain response mejorado
También se han mejorado las cualidades dinámicas tras afinar el Terrain Response, ese genial invento de Land Rover que adapta automáticamente el funcionamiento del motor, la transmisión, la suspensión y el control de estabilidad a las circunstancias del terreno.
Así, a los ya conocidos cinco programas (conducción general, hielo-nieve-hierba, barro-surcos, arena y rocas), se ha incorporado el de carretera. Éste trabaja en comunión con los sistemas de Dinámica Adaptativa y Control Activo de la Marcha, y el resultado es una anticipación constante de las diferentes variables de la conducción para dotar al vehículo de la máxima estabilidad sin comprometer la seguridad. Para conseguirlo, resulta clave el trabajo de los nuevos amortiguadores DampTronic, que incorporan válvulas de ajuste constante de forma individual.
Como es lógico, para la versión Supercharged se ha potenciado el equipo de frenos. En este caso se ha recurrido a unos Brembo de última generación con discos de 380 milímetros delante y 365 detrás. Salvo que los fatiguemos, detienen las más de 2,6 toneladas que pesa el conjunto con absoluta eficiacia. Así lo pudimos comprobar en un circuito cerrado en las cercanías de Edimburgo (Escocia) durante más de siete ocasiones seguidas.
Pero no sólo los rotundos frenazos nos llamaron la atención, también lo hizo el espectacular sonido del V8 cuando giraba despacio… y al llegar a su tope de revoluciones.
En los alrededores del circuito también nos dimos cuenta de las cualidades todoterreneras del «Sport«. Salvo que rajemos con una piedra alguno de los inapropiados neumáticos que monta el Supercharged (275/40 R20), lo cierto es que este 4×4 se desenvuelve con facilidad por todo tipo de superficies. Basta con fiarse del Terrain Response y ajustar la suspensión neumática a la altura adecuada.
Por dentro Range Rover Sport
De lujo. Ahora sí se corresponde el ambiente señorial que ofrece este modelo con su precio final. Los acabados son de primera calidad, y los materiales empleados, también.
Dispositivos de última generación. Todos los recursos de infoentretenimiento actuales están disponibles.
Fácil de manejar. Se ha sustituido la tradicional llave por un botón de arranque.
El cambio se puede accionar mediante levas.
El barro no es problema
Durante los casi 200 kilómetros de recorrido off road, más de un prolongado barrizal pudo poner en apuros la capacidad de tracción de este Range Rover, sobre todo cuando se encontraban en una pendiente. Pero ninguno lo consiguió… y eso que los neumáticos eran los de serie.
Copiloto tecnológico
Las excursiones todoterreno a bordo de los nuevos Range Rover Sport cuentan con un copiloto más. Se trata de un sistema compuesto por cinco cámaras ubicadas en el exterior del vehículo que emiten sus imágenes a través de la pantalla TFT del salpicadero.
Gracias a ellas, el conductor dispone de una visión de casi 360 grados que le permite ver exactamente cuáles son los obstáculos que rodean el vehículo.
Por fuera Range Rover Sport
Mejor iluminación. Los faros de doble xenón y los diodos luminosos empleados para todos los intermitentes son novedad. Las llantas cambian de diseño en toda la gama.
Ficha Técnica
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Equipamiento
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Veredicto
Lo que otros no te cuentan
Fíjate en: Para tratarse de un todoterreno de lujo, los valores que obtiene en este apartado son bastante buenos. La forma cuadrada de su carrocería y la suspensión neumática ayudan, sin duda, a conseguir unas destacables puntuaciones.