Reacciones a las medidas anunciadas por la DGT

Pedro Corcuera, portavoz del PSOE en la Comisión de Tráfico y Seguridad Vial del Congreso:

Ha calificado el anuncio de estas medidas como “populista”. Y es que, según Corcuera, la DGT trabaja “de improvisación y de anuncio en rectificación. […] Que las cifras van mal, se improvisa una medida impactante que pueda tapar cualquier crítica”. A su parecer, la directora de la DGT tenía que responder “por los “decepcionantes” datos de siniestralidad de 2014 y los “pésimos” de inicio de año, y en cambio, ha propuesto “medidas sin consenso alguno, incluso dentro de su propio ministerio, y que no tienen criterio claro sobre la velocidad”

Mario Arnaldo: presidente de Automovilistas Europeos Asociados:

“Valoramos muy satisfactoriamente este anuncio sobre la mayor visibilidad de los radares, ya que fuimos nosotros, hace ya 23 años, quienes realizamos los mapas de radares como respuesta a la política de esconder estos dispositivos y de convertir un elemento de prevención en uno de recaudación.

Eso sí, en cuanto a la unificación del margen de tolerancia, este anuncio de 7 km/h y del 7% se contradice con la legalidad vigente, la que marca la Ley de Metrología y el desarrollo posterior en la orden ministerial ITC 3123/2010 del 26 de Noviembre. Dicho texto establece los márgenes de tolerancia para los distintos tipos de radares. Así, para los fijos, queda establecido en 5 km/h si se circula hasta 100 km/h y un 5% si se hace por encima de esa velocidad, mientras que, para los radares móviles, el margen es efectivamente de 7 km/h y del 7%. Ahora bien, para los radares de tramo, el margen es del 5% sea cual sea la velocidad y, para los operados desde aeronaves –los Pegasus-, del 10% sin importar la velocidad.

Por último y en cuanto al traslado de los radares a las carreteras secundarias, siendo verdad que el 80% de los accidentes con víctimas ocurren en estas vías, hay que recordar que la causa más habitual no es el exceso de velocidad, sino las colisiones frontales en adelantamientos, algo en lo que tienen mucho que ver el estado de dichas vías. De hecho, en los dos últimos años, los españoles hemos apretado el acelerador en dichas carreteras –en 2012, la velocidad media en ellas era de 78,5 km/h y, en 2014, de 80, 6 km/h– y, sin embargo, han descendido el número de muertos en ellas -265 en 2012 frente a los 211 durante el pasado año- Por tanto, creemos que deberían estudiarse otras causas relacionadas con estas vías secundarias”.

Asociación Estatal de Víctimas de Accidentes –DIA-:

Esta asociación confía en que una mayor visibilidad de los radares contribuya a la reducción de la siniestralidad. Así, Francisco Canes, su presidente, ha seañado que, con el conocimiento de la ubicación de los mismos, se logrará que “muchos levanten el pie y se salven vidas”. También ha valorado positivamente la sustitución de 30 radares fijos por otros tantos de tramos, ya que evitarán “los frenazos que se producen cuando se aproxima un punto de control”.

Stop Accidentes:

La presidenta de esta asociación, Ana Novella, ha manifestado que la visibilidad de los radares señala “la transparencia de que lo que se pretende es salvar vidas”. Según Novella, ahora “ya no se podrá decir que el fin de los radares es recaudatorio”.

RACE:

Este club automovilista, que apoya la medida de la DGT de colocar más radares en vías secundaras, ha señalado, en palabras de su coordinador de movilidad, Jorge Castellanos, que éstos se deben colocar “en los tramos donde existen mayor número de accidentes”. Sin embargo, lo más destacado para Castellanos es que el concepto de los radares “como herramienta de recaudación dará un cambio […] se cambiará por el de un radar que vela por el de la seguridad de los usuarios”. Así mismo, el RACE ha solicitado a las admistraciones que tienen competencias en Tráfico – Trafikoa en el País Vasco y el Servei de Trànsit en Cataluña- que adopten la política de la DGT para que “sea homogénea en todo el territorio”.