Puerto de Tarna
El viaje merece la pena. El puerto de Tarna sirve de eslabón de unión entre Asturias y León. Etapa habitual de la Vuelta Ciclista a España por su dureza y los excelentes paisajes, el puerto parte de la localidad de Acebedo, en León, y, tras una treintena de kilómetros de carretera en los que se asciende hasta los 1.492 metros sobre el nivel del mar, finaliza en la asturiana Bezanes.
A través de la AS-117 y la CL-635 descubrimos una ruta de muchas curvas y un nivel de pendiente que crece gradualmente, y que como era de esperar, proporciona unas excelentes vistas a los Picos de Europa.
Ayuda la cercanía del parque natural de Redes, donde especies en peligro de extinción como el oso pardo campan a sus anchas, entre muchas otras. La soledad que encontramos en estos parajes facilita la práctica de ciertos deportes. Senderismo, ciclismo, parapente, esquí€ La orografía ayuda a perderse, así que disfruten con cuidado.
Puerto de Piedraluengas
La montaña se convierte en bosque en esta zona. En el valle del río Bullón, es el acceso a Cantabria desde Palencia, uniendo Cervera de Pisuerga con Potes. Alcanza 1.390 metros sobre el nivel del mar a través de la CL-627 y, una vez en Cantabria, la CA-184.
Atención a su mirador en la parte palentina, que permite vislumbrar el privilegiado, entre verde y blanco (dependiendo de la estación) paisaje del Alto Nansa. Además de una notable ruta ciclista, hay otras opciones para los caminantes, con senderos como el que transcurre por Sierra de Albas, la Sierra de Peñalabra u otras de dificultad más moderada como la de Peña de Brez.
Este paso descubierto por los romanos es el paso de carretera más importante entre ambas provincias, y posee los acedos mejor conservados de toda Cantabria, con vistas excelentes al valle de Liébana.
Puerto de Pajares
Acoge una importante estación de esquí que convierte el lugar en cita para los fans de los deportes de invierno, Valgrande-Pajares, y ya en la carretera, unas descomunales pendientes de hasta el 17 % que le han hecho ganarse la etiqueta de «legendario».
Es, por tanto, una ruta codiciada por ciclistas expertos o, directamente, masoquistas, aunque el excelente y duro paisaje de transición entre León y Asturias sin duda añade un matiz nuevo a la experiencia. La ruta del puerto de Pajares no solo es famosa por asfalto, sino también -y sobre todo- por ferrocarril. Este clásico final de etapa de la ‘Vuelta a España’ posee subidas de todo tipo, bastante bien graduadas, que comienzan siendo leves antes de subir intensidad a otras sostenidas y, por fin, un desenlace mucho más contundente.
Puerto del Escudo
Otro lugar de los que abría la sección de El Tiempo con Mariano Medina. Para los ciclistas es una de las subidas más legendarias del país. Seguro que tus familiares tienen anécdotas subiendo o bajando este acceso de la meseta a la cordillera cantábrica con nieve, lluvia o malas condiciones de visibilidad (en época de nevadas se cierra con frecuencia).
Ahora, ningún vehículo contemporáneo tiene dificultades en afrontar las curvas cerradas de este paso entre Castilla y León y Cantabria, pero lo cierto es que la N-623 sigue constituyendo toda una prueba para nuestro sistema de frenos, sobre todo si son vehículos pesados, constituyendo un importante punto negro dentro de las vías de la DGT.
Pendientes de hasta el 15%, un paisaje pedregoso fascinante y duro donde los haya, de alto valor histórico y hasta militar: durante la Guerra Civil los republicanos acostumbraban a apostarse aquí para impedir el paso de los nacionales. De hecho, hay un cementerio dedicado a tres divisiones italianas que ayudaron al bando nacional a avanzar hacia Santander.