En 1946, coincidiendo con el Salón de París, se presentó el 4CV; se empezó a fabricar porque Louis Renault -fundador de la marca- quería un modelo similar al Beetle de VW.
Fue diseñado
Por Charles Edmund Serre, hombre de confianza de Louis Renault, y Fernand Picard, ingeniero de la marca. Su construcción comenzó en la factoría francesa de Billancourt en 1946 y, desde 1953, se fabricó en Valladolid bajo licencia Renault*.
Dos carrocerías:
Sedán y Cabrio con techo de lona -esta última desde 1955-. En Francia se le conocía como ‘La motte de beurre’ -‘trozo de mantequilla’- por la forma de su carrocería y el color beige claro con el que se empezó a comercializar.
Qué curioso
El 4CV construido en Valladolid se diferenciaba del resto por llevar el escudo de la ciudad en el volante y tres líneas cromadas en su frontal -seis en el modelo francés, motivo por el que se le puso el apodo de ‘tres bigotes’. Los intermitentes estaban situados justo encima de las puertas traseras .
¿Por qué se llamó 4CV?
Porque era la potencia fiscal del coche en Francia -igual que le sucedió al Citroën 2CV-, aunque su motor desarrollase 21 CV. En España, se le conoció como 4/4 al ser un 4CV, 4 puertas y 4 plazas.
Multicultural
El 4/4 se fabricó en países tan distantes como Japón , Australia o Sudáfrica; siendo el primer modelo francés de la historia en superar el millón de unidades construidas.
¿Rivales?
Seat 600, Citroën 2CV, Mini, VW Beetle.
Como Clásico
No quedan muchas unidades en buen estado y de ahí que las que existen estén bastantes cotizadas –desde 6.000–.
Por dentro
Sólo para cuatro
Su carrocería de cuatro puertas -las delanteras se abrían en el sentido contrario al habitual- no destacaba por ofrecer un acceso cómodo al interior… aunque, una vez dentro, sus cuatro plazas resultaban confortables y amplias.
Carecía de cualquier lujo y en su salpicadero sólo destacaban el velocímetro, una pequeña guantera sin tapa y el mando que accionaba el limpiaparabrisas.
Su volante era de dos radios; el pomo de la palanca de cambio, minúsculo; las ventanillas, correderas y no se ofrecía la instalación de radio ni en opción.
Así iba
A pesar de contar con un motor de sólo 21 CV, registraba unas prestaciones buenas, favorecido por su caja de cambio de tres marchas y su contenido peso. Alcanzaba 100 km/h de velocidad máxima con un consumo medio de sólo 6,1 l/100 km.
Conclusión
Aunque sea en ‘adopción’, al Renault 4CV se le puede considerar un modelo español. Su robustez mecánica, la propulsión trasera y su agilidad, así como su amplitud interior convencieron a muchos conductores de la época -lo utilizaron taxistas, autoescuelas…-, pese a tener que competir contra todo un Seat 600.
Además, el 4CV llegó a participar en campeonatos de rallyes e, incluso, logró victorias -LeMans, Montecarlo…
Lo bueno… Destacó por su fiabilidad mecánica, por sus buenas prestaciones y por un consumo contenido. Su dirección de cremallera tenía un tacto muy suave, que hacía del 4CV un modelo perfecto para el tráfico urbano. En carretera, podía mantener velocidades de crucero de 80 km/h con facilidad.
Y lo malo… El maletero no era amplio, el recorrido de la palanca de cambio era exageradamente largo y la insonorización interior, mejorable. La visibilidad trasera estaba limitada por una luneta ovalada y pequeña. El viento lateral comprometía su estabilidad debido a su reducido peso y diseño exterior.
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FICHA TECNICA
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