Sucesor del Renault Dauphine -1956-, el Renault 8 -conocido internamente como proyecto 113– se puso a la venta en España en 1965.
Multicultural
El R-8 se fabricó en países tan diversos como Francia, España, Bulgaria, Rumanía, Venezuela, Australia y Méjico. En nuestro país, en 1965, costaba desde 137.880 ptas -828– y, en aquella época, un litro de gasolina súper valía 9,25 pta -0,05–.
Versiones
Desde 1965 hasta 1976, en España sólo se vendieron dos variantes: el Renault 8 de 40 CV y la versión deportiva del R-8, el TS -Turismo Súper- con el motor de 56 CV, que costaba desde 145.000 pta -871–. Los TS se reconocen porque llevan cuatro faros en su frontal. En ambas variantes, el cambio era manual de cuatro marchas.
Qué tenía de especial
El R-8 fue el primer vehículo construido en España que llevaba de serie frenos de disco delanteros -los traseros eran de tambor-.
¿Rivales?
Tuvo muchos y variados. Por precio, el Mini 1000 L o el Citroën Dynam, por cilindrada el Simca 1000 y por funcionalidad los Seat 850 E 4p y 124.
Curiosidades
El Renault 8 tuvo una versión ‘lujosa’: el Renault 10 que se puso a la venta en España en 1966. Compartía plataforma con el Renault 8, y adaptaba el motor del 8 TS pero rebajado a 46 CV.
Medía 4,20 m de largo, tenía un frontal y paragolpes más alargado y unos faros con intermitentes integrados; costaba unas 151.500 pta -en 1966-.
Ofrecía 315 litros de maletero -75 l más que el R-8-, sin embargo, sus prestaciones eran idénticas a las del Renault 8 y resultaba más caro… de ahí su fracaso. El R-10 dejó de fabricarse en 1971.
– Como Clásico
Tiene escaso valor ya que es muy fácil encontrar unidades. Existen Renault 8 en buen estado desde 4.500-.
Por dentro
Amplio y Austero
Con el R-8, Renault demostró una preocupación por mejorar el interior del coche que hasta entonces no existía: sus asientos eran amplios, cómodos y se podían reclinar, y aunque el salpicadero resultaba austero, integraba un eficaz sistema de ventilación.
El equipamiento de serie era escaso y se limitaba a la mencionada ventilación -frío/calor- y una luz de cortesía delantera.
Disponía de un solo maletero delantero de 240 litros.
Así iba
– Su potencia -40 y 56 CV; 46 CV el R-10- junto a un reducido peso -desde 726 kg- le permitía alcanzar una aceptable velocidad punta de 130 km/h en la versión de 40 CV y 143 km/h en la de 56 CV, y acelerar de 0 a 400 m en 21 y 39 seg, respectivamente.
Su consumo medio era contenido: gastaba 7 litros/100 km -8 l/100 km el TS-.
Conclusión
El Renault 8 supo convencer en España tanto al padre de familia como al conductor que apreciaba las cualidades dinámicas por un precio ajustado -Renault 8 TS-.
Además, no era la berlina más cara de la época -salía unas 4.000 pta más barato que el Seat 124-, ofrecía un interior amplio y cómodo, con una mecánica moderna -para la época- y, sobre todo, fiable -algo que resultó ser su mejor baza-.
Un deportivo pura sangre… para ir a diario al trabajo
Lo bueno… El Renault 8 destacaba por la potencia de sus frenos de disco delanteros -260 mm-, por su amortiguación eficaz y confortable, su radio de giro bastante reducido -10,7 m- que mejoraba la maniobrabilidad, y por la accesibilidad y comodidad interior propias de coches más grandes..
Y lo malo… Se centraba en la excesiva facilidad con que las ruedas delanteras perdían la alineación por un simple bordillazo, las holguras en los frenos de tambor traseros que restaba estabilidad, el fusible del limpiaparabrisas se fundía con facilidad y, en menor medida, la rotura de las crucetas en su unión con los palieres*
|
FICHA TECNICA
|