Una vez más hay que felicitar a Renault por el ’simple hecho’ de ser atrevida. El nuevo Avantime, que aún llamaría la atención como prototipo en algún salón, nos propone una interesante mezcla entre coupé y monovolumen envuelta en un ‘traje’ digno de año 2010.
A una buena parte de lo que se presupone a esos tipos de automóvil: potencia por un lado y buen espacio interior por otro. Sin embargo, se podía haber ido un poco más allá para lanzar el primer y verdadero coche del futuro. ¿Cómo? Aprovechando la brillante base del nuevo Laguna, tal vez de los modelos más avanzados de su categoría. Al fin y al cabo el Avantime es una profundísima evolución sobre la base del Espace. Si el objetivo principal era crear un ‘coche de diseño’, chapeaú. Si era construir un modelo realmente ‘avanzado en el tiempo’, se ha quedado a medio camino. El presente ya está lleno de coches tan válidos como este Avantime… pero menos llamtivos.
Por dentro y por fuera
El salpicadero ‘hereda’ muchos elementos del Renault Espace; varía lo que es la parte central para acoger el sistema de navegación -opcional por 274.537 pta y que anula una de las guanteras- y la zona inferior. La postura al volante es correcta, aunque los asientos delanteros -que integran cinturones de seguridad- son algo cortos de banqueta y algo escurridizos por la tapicería de cuero -de serie en la versión Privilege-. Aunque por anchura hay espacio para cinco, las formas del asiento trasero recomiendan que sean cuatro el número ideal de ocupantes. Los pasajeros de la parte trasera, aunque con buen hueco para las piernas, no tienen un buen espacio para meter los pies bajo el asiento delantero. El espacio hasta el techo también es justo.
Por fuera: Por delante, por detrás, de lado… Es difícil -por no decir imposible- encontrar un coche tan original. Lo que se pretendía la marca -como asegurasu Director de Diseño Anthony Grade- es que “al dar vueltas alrededor del coche el público se sorprenda constantemente”. Tiene la forma de un monovolumen, con rasgos muy marcados que huyen de las líneas curvas. El parabrisas tan adelantado e inclinado, la forma abultada del capó, el techo en color gris, los generosos voladizos… Destaca por la sencillez de trazos sin caer en formas recargadas. Un ejemplo: los pasos de rueda no sobresalen demasiado, al contrario de lo que muchos fabricantes están empleando en sus modelos. Por otra parte, el frontal del Avantime se aparta de lo que es el ‘aire de familia’ del resto de la gama. Se nota en la parte delantera, diferente a la que ha presentado el nuevo Clio. Sin embargo, el ‘arriesgado’ corte de la trasera sí que se convertirá en seña de identidad.
Cómo va
Como en una gran berlina
Cómodo y estable. Circular con el Avantime no plantea ningún tipo de sobresalto si lo enfocamos como vehículo de corte turístico, aunque sus formas nos hicieran ver en él un deportivo. Tomando como base una plataforma derivada de la del Renault Espace -pero un 60% más rígida-, se ha incrementado el ancho de vías, reducido el centro de gravedad y endurecido el tarado de la suspensión. El resultado es un modelo muy sencillo de conducir, de reacciones muy nobles. Su motor es muy agradable de utilizar, cuenta con suficiente fuerza y se apoya en un cambio de seis velocidades, cuya palanca tiene unos recorridos algo largos. La dirección es suficientemente precisa y para tranquilidad del conductor, el ABS y el ESP son de serie.
Veredicto
Renault quiere vender 500 Avantime en un año completo. Una cifra bastante realista, porque el diseño es un motivo primordial de compra.
Lo que otros no te cuentan
Atención con.- El Avantime solo tiene dos puertas laterales… pero que miden 1,4 metros de largo, para facilitar el acceso a todas las plazas. Abrir semejantes puertas en un hueco estrecho podría ser comprometido. Por eso cuentan con una apertura de ‘doble articulación’ -al abrirsepivotan en dos ejes-. Como en los coupés no cuentan con marco.
Ficha técnica y gama
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