Exteriormente presenta un diseño asimétrico, con una puerta clásica en un lateral, que se abre en forma de libro como en el Opel Meriva, y una puerta deslizante en el otro, donde se integra una enorme pantalla de 37 pulgadas para poner mensajes publicitarios -simple juego de diseño-. Según los responsables de la imagen del Frendzy, esta asimetría es la forma que ha encontrado la marca de expresar el doble uso del vehículo: laboral y familiar. Para el uso personal, integra una enorme banqueta en la parte trasera, una pantalla táctil en el respaldo del conductor y una pizarra para niños en la puerta deslizante. En modo ‘trabajo’ los retrovisores son verticales y la iluminación interior verde; en modo ‘familia’, los retrovisores giran a posición horizontal y el ambiente luminoso interior se viste de naranja.
Por dentro encontramos una propuesta tan futurista que es difícil sacar conclusiones. El lado del conductor está pensado como un banco de trabajo de metal líquido, hay una gran cantidad de elementos en madera, cuero y elementos portátiles, como si de un camping se tratara. El techo está realizado en un material flexible para adaptarse a la forma de los objetos de mayor tamaño y en la base del espacio de carga hay imanes para fijar las cargas metálicas. En el puesto de conducción hay integrada una tableta BlackBerry PlayBook conectada al cuadro de instrumentos para convertir el coche en una auténtica oficina móvil.
Mecánicamente utiliza soluciones ya conocidas en modelos y prototipos previos. El sistema de propulsión es el mismo que utiliza el Kangoo Z.E. y la toma de carga se encuentra situada debajo del rombo de la parte delantera del vehículo, como en el ZOE. Es decir, utiliza un motor eléctrico de 60 CV y alcanza los 130 km/h de velocidad punta, como la mayoría de los eléctricos actuales.
Su presentación tendrá lugar en septiembre en el Salón de Frankfurt.