Desde ese momento, el vehículo ha sufrido multitud de problemas: elevalunas eléctricos, inyectores, manguitos del turbo… pero la avería más grave se produjo el mes pasado, cuando percibí que el motor no funcionaba correctamente. Lo llevé al taller oficial, donde me comentaron que había que sustituir el calculador de la inyección. Además, detectaron un problema en el turbo y me dijeron que también había que cambiarlo pero, como ya había tenido otras incidencias con él, Renault se haría cargo del coste de la reparación. Sin embargo, unos días después me llamaron del servicio oficial para decirme que tenía que pagarlo yo todo. No estoy de acuerdo con esa decisión. ¿Me podéis ayudar?
El departamento de Prensa de Renault nos ha comunicado que la reparación del calculador de la inyección debe abonarla el cliente -1.100 euros- por no encontrarse el coche en garantía. Sin embargo, por deferencia comercial se le ha sustituido el turbocompresor sin coste alguno para Víctor.